Friendship rules | kth,jjk (Rules #1)

02·•El color negro•·

Porque a veces es mejor otro tipo de distracción.

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Sonrisas falsas.

Fingidas.

Era absurdo tratar de sonreír cuando lo único que quería era largarme, poder tomar un respiro de lo abrumador que resultaba tener que soportar las risas melosas, apodos que me daban arcadas y cariños que a mi parecer daban más que una simple muestra de afecto. Al parecer HeeSun no es del todo tímida en cuando al sexo se refiere y eso parecía gustarle como a su vez sorprenderle a Taehyung. Si tan sólo supiera que no estoy lejos de la práctica que el moreno lleva con ella, seguramente se volvería loca. Con mi barbilla aún apoyada en la palma de mi mano, me tomo unos cuantos segundos para darle un reojo a cada uno de los que se encuentran en la mesa, todos parecían interesados en la pequeña y delicada HeeSun, soltando comentarios sugerentes que provocaban que el ceño de Taehyung se profundizara e hiciera el amago de pegarles.

Suspiro enderezándome en mi asiento con el dolor expandiéndose en toda la zona (a causa de quedarme en la misma posición por varios minutos), cruzo ambos brazos sobre mi pecho sintiéndome de pronto expuesta aún cuando estúpidamente nadie me presta atención, es como si todo girará en torno a la nueva integrante del "grupo". Hago una mueca de desagrado cuando observo como la pequeña mano de la castaña mima el cabello de Taehyung, tal como si de un cachorro se tratase y ninguna objeción salía de los labios rojizos, más bien gemidos gustosos que hacían reír a su novia. No puedo evitar verlos y recordar las infinidades de veces que el moreno se burló de mí al acariciarle después del sexo, una simple muestra le parecía divertido y ponía excusas con tal para que mi contacto se alejara de su cuerpo.

Nunca reclame, es más, fue tantas las veces que pase por eso, que después de que termináramos en un asombroso orgasmo, me levantaba de la cama, vistiéndome con lentitud para después salir de su casa. Importándome poco sí quería una segunda ronda o algo más, después de tantas veces que lo hice, aprendí.

Giro mi rostro al tiempo en que siento la mirada del otro rubio sobre mí, sus iris castaños me mira como si fuera alguna clase de atracción que está apunto de explotar y él fuera un espectador a la espera que eso suceda para grabar. Arqueo ambas cejas en una acción retadora, odiaba por varias razones que alguien me observará por tantos minutos, es como si pudieran ver a través de mí y vieran el color oscuro dentro que alberga en mi pecho, mis defectos y pecados. Lo miro negar con pereza, mueve cortamente su cabeza, indicándome que lo siga. El chirrido de su silla llama la atención de varios, y, sin embargo, a pesar de las preguntas que empezaron hacer, el pálido camino sin responder a ninguna de ellas. Muerdo mi labio en un intento de no soltar una estruendosa carcajada, por varias razones amaba la actitud de Yoongi y tal vez, tiene que ver que tengo más parecido a él que con Taehyung. Estoy tentada a negarme pero al regresar mi mirada, mi moreno amigo se encuentra besando con demasiada efusividad a su nueva novia. Me paro con una mueca en el rostro, sin duda eso ya era mucho para mí por un día, tomo las correas delgadas de mi bolso arrastrándolas por mi hombro derecho y sin despedirme de nadie, camino a la dirección por la que hace unos segundos se fue Yoongi. No era necesario ser un genio para saber en qué lugar iría, pues para ser exactos, cualquier lugar al aire libre eran sus lugares preferidos, ya que podía fumar sin que alguien lo mandara a dirección y donde recibiría un reprimenda por la directora o mejor dicho "su mamá".

Meto ambas manos sobre las pequeñas bolsas de mi chamarra negra, sintiendo el frío del cuero sobre mis dedos y palmas que en esos instantes no ayudaba demasiado con el clima, pero era incluso lo más abrigador que encontré en los montones de ropa dentro de mi ropero, me detengo justo cuando paso las puertas del Instituto y donde el rubio se encuentra fumando con tranquilidad recargado en la pared de ladrillos.
Estiro las comisuras de mis labios, mostrándole una pequeña sonrisa.