036·•Retorno•·

7.3K 689 365
                                    

Si quieres algo, no supliques, tomalo.

•••

El silencio expuesto en cada rincón de la casa fue como una pequeña punzada de anticipación y duda. Como aquella sensación que te hace querer vomitar a causa de lo inesperado y lo temido.

Con pasos apresurados me dirijo a la sala, lugar donde el sonido no tenía un nacimiento y dejaba el eco de las respiraciones como un juego de adivinanzas. El entendimiento no era algo que floreciera en mí, pues tan solo hace unos cuantos segundo me encontraba en el baño, moviendo mis propias piezas del tablero.

Cuando por fin pongo un pie sobre el espacioso cuarto, todo parece paralizarse de manera cómica. La expectativa de lo imaginario quedó al borde cuando mi mirada choco con la figura del castaño, quien parecía ser el centro de atención.

Su rostro serio desechaba las emociones comunes, y el egocentrismo que parecía irradiar sólo fue un incentivo que disparo directamente a mi cordura. Las ganas de vomitar y gritar fueron inmensas pero el nudo formado en mi estómago me impidió hacer ambas cosas. La impresión y la emoción sosteniéndome en mi lugar, en una posición que consideraría miserable si el ángulo fuera diferente.

—Bae—el susurro expuesto como un patético balbuceo, hace que la persona sentada rígidamente sobre el sillón voltee a verme con velocidad, tal como si no quisiera perderse un segundo más. Todos sus movimientos expresando aquella desesperación que marcaba la mía.

Ignorando el llamado de Taehyung, me obligo avanzar con pasos nerviosos y tal pareciera que avanzaba con una lentitud ridícula. Mis acciones parecieron incentivar al castaño, que tan pronto me vio cerca, no dudo en levantarse de lo que parecía un incómodo lugar.

—SeokJin—pronuncio en lo que parecía ser un saludo pero todos sabíamos que estaba fuera de serlo. La calidez en su mirada sólo provocaba que las ganas de llorar fueran insoportables pero también fue aquel brillo lleno de extrañeza quien me impidió mostrarme vulnerable, era como si, la persona que estaba enfrente de él no fuera la que tanto extrañaba, la Bae Nahee que dejó antes de la fiesta.

Y esta bien, porque no era la misma y necesitaba mostrárselo. Demostrarle como un bonito teatro lo que con tanto esmero se esforzaron en crear y que dejó que pasará sin pensárselo dos veces.

—Nahee—musita con lo que parecía dejar en claro lo cohibido y lo terriblemente nervioso que se encontraba. Obligándome a quedarme en mi lugar, espero a que hable o al menos, que la explicación que tanto espere sea mascullada fuera de sus acolchonados labios.

Si algo aprendí bien del–ahora– castaño, fue nunca suplicar por algo que tarde o temprano llegaría a ti, como si fuera el karma que todos necesitamos para superarnos. Aprendí que depender emocionalmente de las personas era la peor mierda que podía sucederle a alguien, porque no todas las personas eran para siempre y las palabras podían ser desechas en cuestión de segundos.

Cuando por fin abre la boca, sus ojos se trasladan a la nueva persona en el cuarto, quien al igual que todos, se queda estático a lado mío al notar la presencia de la persona que odiaba más. Mirando de reojo, puedo percibir la tensión en cada parte del cuerpo de Yoongi, y el cómo poco a poco sus facciones muestran una incredulidad fascinante ante los ojos de muchos. Incluso con el enojo brillando como fósforos en sus orbes, una sonrisa baila en la comisuras de su boca.

Poniendo nuevamente mi atención en SeokJin, me doy cuenta que los cabos sueltos que estaban dispersos en el aire, son acomodados con rapidez en su cabeza. Observándome con más detalle por lo que parecen minutos, la decepción fluye como algo amargo en el aire.

Friendship rules | kth,jjk (Rules #1)Where stories live. Discover now