016·•Queen•·

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Entendía su miedo a la soledad.
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Hace tiempo creía tener una manera de pensar sobre la amistad y causa de eso fue mi inexperiencia a lo que significaba tener una relación con Kim Taehyung, alguien acostumbrado a tener todo lo que quería con un par de sonrisas coquetas y una falsa dulzura. Sin embargo entendí sus razones. Después de todo, seguíamos siendo mejores amigos.

El principio de todo parecía una borrosa cumbre, un mundo nuevo que él estaba construyendo para mí. Uno donde las etiquetas no existen, y las sensaciones son las gobernantes. Sus relaciones siendo de un amor unilateral, teniendo y deshaciendo a las personas a su gusto. Porque mientras él no sea el afectado, o más bien, sus sentimientos, su juego era el más divertido.

No me sorprendía su enojo o sus intentos de disimular sus celos cuando estaba con alguien que no era él, más bien una extraña satisfacción me recorría el cuerpo, porque sin saberlo me daba los motivos suficientes de saber su vulnerabilidad.

Entendí que nos envolvimos en un juego donde el primero en confesar su amor pierde. Descubrimos el punto quiebre en dejarnos ir sin hablar, encontramos la manera de destruirnos.

Supe buscar respuesta donde no la había, de no hacerlo sabía que la única afectada sería yo. A pesar de que siempre vuelve a mí, en un intento desesperado de no perderme, ambos sabemos que no siempre esperaré.

Deslizandome fuera de la pequeña cama de Jungkook, me dirijo con rapidez al sillón donde a noche bote mi vestido, importándome poco que el pelinegro pudiera despertar, me quito el suéter para sustituirlo por mi ropa. El sonido de mi celular haciendo eco en mi bolso, y a pesar de que este amortigua el mayor estruendo de la melodía, me apresuro a llegar a el.

Sacandolo del bolso, al mirar la pantalla no me sorprendía quién llamaba, sin embargo no puedo evitar que una sonrisa se pinte en mis labios.

-¿Donde demonios estas Bae?-pregunta apenas si acepto la llamada, viro los ojos al poder notar el tono desesperado y enojado, evito cuestionarle su llama al imaginarme que incluso antes de que lo hiciera fue a encararme a mi casa.

-No tengo por qué darte explicaciones Kim-siseo, era increíble la forma en la que sólo él podía cambiar mi actitud en un instante. Con mi bolsa en mano, regreso hasta la cama donde dormí para poder tomar mis zapatos que están por las patas de la cama-, para eso tienes a tu novia, estoy segura que le encanta aclararte tus dudas.

Infinidades de palabrotas son soltadas al otro lado de la línea, hacer enojar a Taehyung era tan fácil como prender un fósforo. Alejando el aparato de mi oído, procedo a colocarme mis zapatos antes de abrir la puerta. Moviendome con cuidado, salgo hasta el pequeño pasillo atiborrado de cosas diversas, el día anterior no pude ver nada con minuciosidad pero ahora, podía darme cuenta que era una de esas situaciones que te hacen pensar demasiado. No todas las casas de alrededor eran iguales, unas mucho peores que otras, pero que de igual manera servía para refugiarse.

-¿Me estas escuchando Bae?-sin dejar de mirar las demás casas, cierro la puerta, asegurándome que todo quedó en orden, suelto un suspiro.

-Por supuesto.

Tenía por seguro que si en estos instantes Taehyung supiera en donde me encontraba se volvería loco. Era como una clase de padre que siempre procuraba que tuviera todo sin siquiera pedirlo, al principio cuando comenzó nuestras "amistad" sus actitudes me sofocaban y sus constantes regalos y comodidades me incomodaban. Me trataba como si fuera algun objeto de cristal.

No entendía, e incluso ahora, el porque darme todo, sabiendo que algún día lo abandonaré como todos. La soledad se convirtió en su peor fobia.

-Te necesito-la imprudencia en la oración solo me hizo volver a la realidad, el susurro acompañado de la mezcolanza de inseguridad y miedo, una combinación que conocía tan bien, una que sólo Kim Taehyung me dejaba ver.

Tenía conocimiento de todas las mentiras y secretos, pero también me reveló sus miedos.

Paso una mano por mi cabello, no mentiré y diré que aquello no causó algo en mí porque no es así, Taehyung tenía todavía aquel poder de hacer sentir como una reina. Sabía que aquel contrato nos terminaría por joder, Yoongi me lo advirtió el día que lo descubrió en mi mochila, mirándome como si la Bae Nahee que el conocía no estuviera enfrente suya.

Con una sonrisa amarga deslizándose en mis secos labios, me obligó avanzar con cuidado de no botar o tirar las cubetas o algún otro objeto que se interponía en el pequeño paso. El olor haciéndose más fuerte mientras avanzo y está vez no me retengo y tapo mi nariz con mi mano libre.

-Lastima, hoy no puedo-me disculpo con una tristeza fingida, obteniendo un gruñido en signo de molestia. Las ganas de vomitar se hacen enormes apenas y salgo del lugar donde se encuentran todas las casas, apresuro el paso, bajando la pequeña calle.

-Joder Bae, hablo enserio.

-Yo igual Kim, no estoy de humor para tus juegos-suelto con sinceridad, descubrir uno de los secretos de Jungkook me dejó agotada, porque ahora, incluso más que antes, quería permanecer a su lado. Era intrigante y después de todo Kim Namjoon nunca se equivoca en sus juegos.

Sin siquiera despedirse cuelga, dejándome sola. La línea haciéndome compañía mientras proceso lo que acaba de suceder.

-¡Nahee!-una mano envuelve mi muñeca con suavidad pero con la suficiente fuerza para girarme, una acción que me obliga a encarar a un Jungkook despeinado y con la misma ropa con la que había dormido-¡¿acaso estas loca?!, ¡¿tienes una maldita idea de lo que te puede pasar si estás sola?!-su respiración era agitada, dejándome en claro que al no encontrarme salió corriendo a buscarme, creo que incluso él no era consciente que empezaba a gritar y alterarse. Pasa una mano por su cabello, en un acto meramente lleno de desesperación y temor. Suelta un pequeño grito ronco, antes de tomar una profunda respiración-, debiste despertarme si querías irte-sus facciones suavizándose al igual que su voz, dandole paso al mismo Jungkook de ayer.

-Esta bien-balbuceo, estaba sorprendida, de todas las cosas que imaginaba que Jungkook podía hacer, está no era una de ellas.

Fue una respuesta estúpida y lo acepto, su entrecejo frunciendose en una clara señal de disgusto, su mandíbula siendo apretada con brutalidad ante mi poca importancia al asunto, el enojo brillando en sus iris. Ninguno quebró el silencio, tal vez con el miedo de que todo estalle en una pelea que no nos llevaría a nada.

-Te llevaré-demanda, sin soltar mi muñeca empieza a caminar prácticamente llevándome a rastras, tal como si fuera una pequeña niña.

Abro la boca para replicar sin embargo un carro que conozco demasiado bien se estaciona al otro lado de la calle, demasiado lujoso para un lugar como este, haciendo un contraste demasiado bajo y discriminante.

Cuando Taehyung baja me quedo petrificada, esto no sería bueno.

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Cualquier error me avisan❤️

Friendship rules | kth,jjk (Rules #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora