Mirada de Dragón ©

2 | El chico nuevo.

Noah

Entro al salón titiritando de frío. No había nadie, a excepción de un chico sentado en la parte de atrás. No me molesté en saludarlo, pues tenía las narices metidas en un libro y evidentemente no me escucharía con los audífonos que tenía puestos, así que solo escogí un lugar en el centro del aula y me senté. Decidí imitar al chico del fondo, me puse los auriculares para matar mis pensamientos con el sonido de la música, no obstante, el ruido en mi cabeza era mucho más fuerte. Mis padres me han estado presionando estos últimos días para que elija una universidad, y no solo ellos, sino que también me he convertido en una presa del tiempo, pues este es mi último año en el bachillerato. Sé que mi padre quiere que me convierta en un empresario, o tal vez un médico, la cosa es que ninguna de las dos cosas logra estrujarme el corazón ¿Qué se supone que deba hacer? No quiero terminar trabajando en un lugar que me haga odiar mi existencia.

Mis pensamientos siguen dando vueltas en mi mente hasta que el profesor Molina entra al aula, trayendo detrás de él a una multitud de adolescentes, entre ellos Ariel Castell, mi mejor amigo. Es alto y delgado, y sobre todo muy popular entre las chicas, no solo por sus ojos de un castaño claro, ni por sus inconfundibles rizos rojizos, sino también porque sus notas son muy buenas; guapo y genio, es todo lo que una chica quiere. Me saluda golpeando su palma derecha con la mía, y toma asiento a mi derecha.

Todos nos quedamos callados cuando el profesor deja su portafolio sobre el escritorio que está al frente, en una esquina. El profesor Molina es bastante simpático y elegante, siempre utiliza traje y unos zapatos lustrosos que brillan al igual que su calva, y con su piel morena siempre me recuerda a Vin Diesel.

—Buenos días, soy el profesor Molina y soy su tutor, sé que todo ustedes ya lo saben pero me he presentado porque tenemos un alumno nuevo. — dice al tiempo que extiende la mano hacia alguien detrás de mí. — Por favor, joven, pase al frente a presentarse.

Todos los presentes dirigieron sus miradas hacia donde el profesor indicó, a excepción de mí. Lo encontraba ilógico, pues en algún momento el sujeto llegaría al frente y entonces podría verlo, para qué seguirle con la mirada y ponerlo incómodo.

Cuando sentí sus pasos una oleada de miedo recorrió mi cuerpo, causando que se me erizara la piel. Era algo bastante extraño que nunca antes había experimentado. El chico al que se refería el profesor era al que encontré leyendo cuando llegué. Usaba una gorra negra, una sudadera negra, unos pantalones estilo militar y unos converse negros. Llegó hasta donde el profesor y se giró hacia la clase con la cabeza baja, ocultando la mayor parte de su cara bajo la visera de la gorra. Desde mi lugar pude notar que se encontraba muy nervioso, de hecho, lucía como un animalito asustado.

—H-hola...— dijo antes de que el profesor le interrumpiera.

—Oh, siento interrumpirlo pero, no permitimos el uso de gorras en clase. — El chico lo miró con confusión. — Deshágase de su gorro, por favor.

El chico se llevó la mano a la cabeza, tomó el gorro y tiró de él hacia arriba para zafarlo de su cabeza. Un mar de cabellos gruesos de color blanco y negro cayó sobre sus hombros, y todos en el aula nos quedamos atónitos al percatarnos de que no se trataba de un joven, si no de una chica, que nos miraba medrosa con sus curiosos ojos café oscuro.

¡Búscame!

Instagram: jazminsuarez.c

Twitter: jazminsuarezc