11 | Enfrentamiento

58 6 1
                                    


Zoé

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Zoé

—Tienes...ti-tienes que contarme todo. La policía dijo que no sabían lo que le había sucedido porque, ya sabes, al parecer la mayoría de sus órganos reventó...— su mirada advertía que en cualquier momento podían salírsele los ojos si no obtenía lo que deseaba. Yo por mi parte, sentía como cada una de mis extremidades temblaba al tratar de evitar reproducir aquellas imágenes tan dolorosas sobre la muerte del señor Vaughn.

Entendía perfectamente que Noah estaba tan dolido como yo, y que su necedad por obtener cada detalle de los hechos solo era porque aún no aceptaba lo sucedido, sin embargo, se estaba comportando de una manera egoísta, ¿acaso no podía si quiera tener un poco de empatía? Tenía ganas de romperle la nariz, pero a contrario de eso, volví a sentarme cerca de la lápida del señor Vaughn, esta vez admirando la colorida puesta de sol, porque Noah no tenía la culpa de que mi vida fuera tan miserable como para quitarme a la única persona en el mundo que me ha amado de verdad. A contrario de Marcos, el Señor Vaughn sí se había portado como un verdadero padre, en cambio mi madre, ¡puf!, me había convencido todos estos años de que me amaba tanto como el abuelo, pero últimamente me he preguntado si estaba en lo correcto porque se supone que los padres que aman a sus hijos siempre buscan lo mejor para estos, pero ella nunca hizo nada por alejarnos de Marcos.

Por un momento pensé que Marcos estaba más que dispuesto a cambiar para tratar de mejorar el rumbo de la podrida vida que nos había hecho pasar, las cosas habían marchado bastante bien, era extraño, sí, pero durante unos días no nos había tocado ni un pelo, hasta que le pedí que asistiéramos al sepelio del señor Vaughn, recibí una ruda cachetada y me arrastró hasta mi cuarto para encerrarme y evitar que asistiera. No entendía esta vida de mierda.

—«No pueden quitarte la vida sin haberte arrancado las alas.» — expresé con la cabeza cabizbaja. Se trataba de una frase del abuelo Vaughn, no entendía exactamente a qué se refería, pero fue la única manera que se me ocurrió para hacerle saber a Noah que extrañaba a su abuelo tanto como él. Creo que pareció entenderlo porque, entonces, se sentó junto a mí.

—¿Crees que el cielo exista?

Su pregunta me puso a pensar ya que, si Dios y sus ángeles nos protegían, ¿por qué los seres humanos sufríamos tanto? Quizá era nuestra propia culpa al ser tan egoístas como para provocar guerras con el fin de obtener más dinero y poder.

—No lo sé— respondí —pero si existe, sin duda alguna tu abuelo estaría allí.

Sentí su mirada posarse sobre mí, pero mantuve mi mirada fija en el suelo.

—Vayamos por un café. — pronunció, y en ese momento giré la cabeza de forma tosca hacia él. Alzó las cejas lleno de duda.

—Eh, no...no lo siento. — me levanté de prisa — Es tarde, será mejor que me vaya a casa.

—Anda, Zoé. No estás sola recuerda, ¿qué sería lo más sensato de hacer en una lucha?

—Unir fuerzas. — susurré — De acuerdo, pero que sea rápido o de lo contrario, mi padre me arrancará la cabeza, y no estoy bromeando.

Mirada de Dragón ©Where stories live. Discover now