Capítulo 1

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Después de una semana pesada, en la cual los exámenes eran la principal preocupación entre los alumnos de Hogwarts, por fin llegaron las vacaciones de invierno. Mientras unos alumnos alistaban sus maletas, otros se encontraban en distintas partes del castillo en compañía de sus amistades.

Y el trío de oro no era la excepción. Estaban bien acompañados de Ginny, Luna y Neville en el gran comedor.

— ¡Por fin! — Exclamó Ron victorioso — les juro que en estas vacaciones me encerraré en mi habitación y me la pasaré durmiendo.

— Pues, dudo que eso sea posible Ronald — habló Ginny — una vez que lleguemos, tendremos que ayudar a mamá con los deberes.

— En esta ocasión no será así.

— ¿Quieres apostar?

Ron alzó una ceja — pierdes tu tiempo.

— Estoy segura de lo que digo. ¿Quieres apostar o no? — extendió su mano. El pelirrojo extendió la suya y ambos la estrecharon — más tarde discutiremos nuestros premios. Hey, Hermione.... ¿Hermione? ¡Reacciona!

La castaña, quien se encontraba con la mirada perdida, se sobresaltó con el grito de su amiga — lo siento, no pude dormir muy bien que digamos. ¿Qué pasa?

— ¿Qué tal si vienes con nosotros a pasar las fiestas navideñas?

— Si Herms — habló Harry — ¿O acaso piensas abandonarnos?

— No es eso, Harry — suspiró — Gracias por la invitación. Pero creo que me quedaré en el colegio.

— ¿Estás segura? — la castaña asintió — bien, no te insistiremos.

Al terminar de desayunar se dirigieron hacia los jardines del colegio, ya que necesitaban un lugar más privado en el cual platicar, y sobre todo, querían admirar el paisaje antes de irse. La felicidad no les duró mucho, ya que en ese lugar se encontraron con Crabbe, Goyle y Blaise.

— ¡Vaya! Miren que tenemos aquí — dijo Goyle.

— La sangre sucia y los traidores a la sangre — comentó Blaise y los tres al mismo tiempo, hicieron el ademán de taparse la nariz — ¡Apestan!

— ¡Vaya! Los achichincles de Malfoy. ¿Por qué no mejor se largan y nos dejan tranquilos? — habló Hermione mientras sonreía falsamente. Los tres chicos intercambiaron miradas.

— Cuida esa boca, Granger — habló entre dientes Crabbe.

— ¿Y si no lo hago, qué vas a hacer? — Dio un paso más adelante, retándolos — ¿Golpearme? Si es así, adelante. ¡Hazlo! — Goyle se encogió de hombros, levantó el brazo y antes de que pudiera hacer algo, sintió como alguien a su lado lo apretaba fuertemente.

Era Draco Malfoy.

— Ni se te ocurra ponerle un dedo encima — habló con un tono de voz ronco.

— P-pero Draco. ¿Qué mierda te pasa? — preguntó Goyle.

— No quiero que vuelvan a insultarla. Ni a ella ni a sus amigos, o si no tendrán que vérselas conmigo. ¿Entendieron? — los tres chicos asintieron — ¡Largo! — salieron corriendo.

El ambiente comenzaba a tornarse tenso. El rubio dio un vistazo rápido a quienes había defendido, se dio la vuelta y comenzó a caminar.

— ¡Malfoy! — exclamó Harry. Este se giró lentamente, mostrando un semblante más relajado — ¿Acaso es una especie de broma?

Un amor imposible puede ser posible [Dramione] ©Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon