Capítulo 9

1.4K 92 127
                                    


La castaña y la pelirroja se encontraban en el gran comedor. Habían optado llegar antes para alcanzar buenos lugares. Mientras esperaban a los chicos, ellas estaban conversando de cierto tema en particular: Harry Potter. Bueno. Más bien Ginny era la que hablaba acerca de él. Mientras que Hermione la escuchaba atentamente y asentía de vez en cuando, como la buena amiga que era.

— ¿Sabes? En ocasiones siento que no tengo alguna posibilidad con él. Solamente me ve como una amiga.

La de rizos negó con la cabeza. Era la cuarta vez que su mejor amiga decía esa frase — el futuro es incierto, Gin. Todo puede suceder entre ustedes dos. No necesariamente te estoy diciendo que tú lo tienes que perseguir — recalcó — solo... solo deja que las cosas fluyan. No fuerces las cosas.

— ¿Y qué hay de esa chica de Slytherin? Es linda... Posiblemente ella logre conquistar el corazón de mi chico.

— Ginny — pronunció el nombre de su amiga con seriedad.

— Está bien, está bien, está bien. Dejaré que las cosas fluyan y no dejaré que eso me afecte — esbozó un puchero —...Gracias, Herms. Por soportarme.

— No ha de que. Sé que hubieras hecho lo mismo por mí — le sonrió. Agarró su vaso y le dio un sorbo a su jugo de calabaza — ya se tardaron en llegar — comentó mientras miraba hacia la puerta del gran comedor mientras sujetaba el vaso con cierto gesto de nerviosismo.

— Sabes que los entrenamientos de Quidditch hacen que pierdan la noción del tiempo, mi querida amiga — respondió y ambas chicas rieron — ¡Oh! Ahí vienen — susurró.

Hermione volvió a voltear y observó primeramente a Harry y Neville. Detrás de ellos aparecieron los hermanos Weasley. Las Gryffindor los saludaron agitando las manos y ellos correspondieron dicho saludo. Al estar cerca, Fred y Neville se sentaron al lado de Hermione. Mientras que Ron, George y Harry se sentaron al lado de Ginny.

— ¿De qué hablaban? — preguntó Ron.

— Asuntos sin importancia, Ronald. Cosas de chicas — respondió la chica pelirroja mientras se encogía de hombros.

— Oh... me doy una idea... — susurró y sacudió la cabeza.

— Oigan... ¿Draco no venía con ustedes? — preguntó la castaña con cierta timidez.

— Ya te estabas tardando en hacer esa pregunta — dijo George y acto seguido sonrió perversamente. Al ver la expresión de la de rizos, fue borrando esa sonrisa poco a poco —... se había ido a su sala común. Dijo que tenía un asunto pendiente.

— Y al parecer todavía no ha llegado — intervino Neville mientras observaba con detenimiento la mesa de los Slytherin — es algo extraño... ya que él se adelantó. Y nosotros nos quedamos conversando un rato con Hagrid.

— Oh... ya veo — dijo la castaña — gracias — esbozó su mejor sonrisa, tratando de ocultar su decepción. No entendía el por qué se sentía de esa forma, y luchaba consigo misma para que esos sentimientos no salieran a flote.

Mientras que Fred y George relataban "una pequeña" travesura que le habían hecho a Filch horas antes, el de anteojos optó por aprovechar la ocasión y así poder entablar una conversación con la menor de los Weasley. Con su dedo índice le tocó el hombro, para tratar de captar su atención. La chica volteó y frunció el entrecejo por un breve segundo, pero al ver que se trataba del niño que vivió, relajó su rostro.

— Hola, Ginny — se acomodó en su asiento — Te estuve esperando pero nunca llegaste — esbozó una mueca — Incluso convencí a los chicos de visitar a Hagrid para ganar algo de tiempo por si llegabas después de la hora acordada... ¿pasó algo? — le susurró al oído con cierto tono de preocupación.

Un amor imposible puede ser posible [Dramione] ©Where stories live. Discover now