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— Finalmente, me muero de hambre —se queja Chris cuando Joel sale por las puertas del ascensor. Le da a Joel una mirada de reproche que es típica de Chris, teñida con una sonrisa incluso en ese momento.

— Siempre te mueres de hambre —dice Joel secamente, metiendo su billetera en un bolsillo del pantalón. Está lo suficientemente ajustado como para que le cueste más que lo normal, pero vale la pena cuando Erick deja de hablar con Zabdiel y casi se ahoga con su propia lengua al verlo—. ¿Estamos listos para irnos, entonces?

— Estábamos esperando por ti —responde Richard, sacándole la lengua a Joel y luego abrazándolo. Richard ha estado haciendo eso más seguido últimamente y Joel no tiene ni idea de por qué. No está molesto, porque le agrada, sólo es un poco raro. Pero lo abraza alegremente, frotando su espalda.

— Lo siento —se disculpa—. Supuse que no les gustaría desayunar con alguien que apesta.

— Eso, es cierto —Richard concuerda. Sale del abrazo con un último apretón, revolviendo el cabello de Joel mientras se va. Joel lo arregla con algunos movimientos, mirando a los demás con expectación.

Chris va primero, por supuesto, marchando juguetonamente a través de la puerta. No se trata de a dónde irán. Se dirigen al pequeño lugar a una cuadra de ellos. Es lo suficientemente cerca como para que no necesiten una comitiva de personas, y los dueños los aman, así que después de una breve conversación con su seguridad, salen de la calle con un guardia a cuestas. Probablemente comerá en una de las otras mesas para darles algo de privacidad, pero a Joel le sigue pareciendo irreal que ir a desayunar signifique que necesitan un guardaespaldas.

— ¿Qué hiciste en Navidad, Joel? —Zabdiel pregunta, balanceando un brazo sobre el hombro de Joel. Apenas puede sentirlo a través de sus dos abrigos, pero la sensación es agradable. Joel no estaba acostumbrado a tener amigos tan cómodos con el afecto físico como él.

— Oh, ya sabes —murmura, mirando furtivamente a Erick. Es difícil pensar en la Navidad sin pensar en Erick, para ser honesto—. Un poco de esto, poco de aquello.

Zabdiel se lanza a una historia sobre sus vacaciones, pero Joel se distrae con los pómulos de Erick. Se siente mal una vez que se da cuenta, sintonizándose nuevamente con lo que dice Zabdiel.

Cuando llegan al restaurante, Joel ni siquiera lo piensa antes de sentarse junto a Erick. Es donde normalmente se sienta y no quiere cambiar eso solo porque Erick está pasando por algún tipo de crisis.

Erick estira su brazo a lo largo de la parte posterior de los asientos, y los hombros de Joel, por defecto, así que supone que eso es algo.

Todos piden siempre lo mismo, por lo que ordenar es solo una cuestión de que la camarera aparezca con una sonrisa y pregunte: — ¿Lo mismo que de costumbre? —y cinco asentimientos idénticos.

Zabdiel está al otro lado de Erick con Richard y Chris frente a ellos. Todos conversan, sus voces se superponen y se mezclan, pero Joel se conforma con sentarse tranquilamente y beber unos sorbos de uno de los vasos de jugo que la camarera había traído. Muy amable de su parte, piensa. Incluso recordó no ponerle pulpa.

Todo está bien, en este momento, Joel piensa perezosamente. Todavía tiene sueño y hace calor en el edificio. Extrañaba a sus compañeros, realmente solo quiere sentarse con ellos y asimilarlo, que todos están aquí.

Claro, la situación con Erick está en el fondo de su mente, pero no tanto como para molestarlo.

Los otros no tratan de incorporarlo demasiado a sus conversaciones, sabiendo cómo se pone cuando es así de temprano. Alrededor del mediodía su cerebro se pondrá al día y podrá conversar mejor con ellos, pero ahora mismo está cansado y hambriento.

La camarera regresa con su comida y Joel cava plato adentro, aún escuchando a medias las conversaciones a su alrededor.

— Era enorme, hombre-. 

— Eso es lo que ella dijo-.

— Pensé que iba a morir congelado, en serio-.

— ¿Tú y Joel están qué?

Joel hace una pausa de sus huevos revueltos por un momento. Eso suena como una conversación de la que tal vez debería ser parte.

Zabdiel parece desconcertado y Erick, aunque Joel no puede escucharlo claramente sobre las exclamaciones de Chris y Richard, suena avergonzado.

Telefonía |  Joerick Where stories live. Discover now