Dieciocho; Nick

3.6K 316 18
                                    

Vale, ese no era el mejor momento para decírselo, tampoco la forma, ya que Lía se ha quedado callada y me mira confusa. Yo me había quedado igual, pero era mi deber ir.

Acaricio su espalda bajo el agua y agradezco haber acertado con la talla del bikini.

— ¿Lía? Ni que hubieras visto un fantasma ángel —me río intentando quitarle hierro al asunto.

— Es Siria —dice—. Te vas a la guerra, Nick.

— Bueno, no exactamente.

— Veo las noticias, no soy tonta, claro que sí —sus dedos acarician mi cuello y suspiro.

— De acuerdo, sí, pero no lo vamos a llamar así, ¿vale?

Ella curva sus labios hacia abajo y pellizco su mejilla.

— Estaré bien —le sonrío—. Tengo siete vidas, preciosa.

— No eres un gato.

— Si lo fui en mi anterior vida, por lo que en realidad me quedan seis vidas, si no contamos cuando estuve a punto de morir por una intoxicación alimentaria.

Consigo que ella sonría y también lo hago. La situación se ha vuelto un poco incómoda porque no le he dicho que me voy de vacaciones a Miami. La cosa siempre está jodida allí y ambos lo sabemos.

— ¿Cuánto tiempo? —Pregunta.

— Seis meses.

— Eso es mucho tiempo —dice.

— Es menos tiempo que me llevé en España.

— No me compares España con Siria, por favor.

— Se pasarán rápido. Cambiemos de tema, ¿vale? ¿Hasta cuándo estás aquí? —Pregunta.

— Te veré irte a Siria pero no cuando regreses. Se me acaba el visado.

— ¿Cómo has conseguido autorización?

— Porque tengo un billete de vuelta a España.

Me quedo callado porque esperaba verla aquí cuando regresara. A no ser que ella consiguiera trabajo en una buena empresa, dudaba que pudiera quedarse más tiempo. A no ser que fuera de forma ilegal.

— Siempre podemos casarnos para que no te echen —le digo.

Ella se ríe y deja un casto beso en mis labios. — Prefiero irme. Siempre puedes ir a visitarme o pedir destino.

— Por supuesto que pediré destino.

— Dejemos de hablar del futuro —dice—. ¿Qué tal si me enseñas a hacer fotos?

— Podemos casarnos en Las Vegas. Tú de Marilyn y yo de Elvis. Sé que eso no es muy real, pero lo sería para nosotros. ¿No es lo que importa?

Lía, que ya se ha bajado de mi regazo, se gira y me mira frunciendo el ceño.

— ¿Qué estás diciendo? —Pregunta con una pequeña risa.

— Para que no te echen del país siempre puedes casarte con alguien —avanzo hasta ella—. ¿Quién mejor que yo?

— ¿Dónde quedó el chico de "no busco nada serio"? —Me sigue fuera del agua.

— Te estoy haciendo el favor de hacerte ciudadana de Los Estados Unidos. Es solo un favor. Podríamos divorciarnos después.

— ¿De qué pagues la luna de miel? Vale, acepto. Aunque ¿Sabes que lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas? También los matrimonios —camina a mi lado y sonrío, mirándola.

Goodnight and go (Disponible en Dreame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora