VIII

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10:15 AM, Estación de trenes de Seúl.

Hoseok se encontraba en la estación, esperando al mayor con mucha paciencia, vistiendo un suéter rayado con unos jeans y unas zapatillas deportivas bastante llamativas.

En la entrada de la estación se divisaba un Yoongi bastante agitado pero al parecer el castaño, no lo había notado.

Al entrar, el azabache sentía que no podía más, Hoseok seguía viendo la máquina expendedora mientras varias chicas se le acercaban pidiendo su número.

El pelinegro apareció de repente en el costado del menor dando una mirada asesina.

—Es hora Hoseok—. Dijo Yoongi tomando de la mano al menor.

Ambos tomaron el tren y 30 minutos después ya estaba en el lugar donde según Yoongi, Hoseok olvidaría sus problemas.

—¡Un parque de diversiones!—. [Si, soy muy cliché]

Yoongi asentía cansado pero feliz.

Era hora de la diversión.

Hoseok reía y gritaba con todos los juegos. Parecía un pequeño niño de 5 años.

Las horas pasaban volando y el hambre se hacía presente.

—Vamos a comer Yoongi, yo invito—. Dijó el menor, llevando de la mano al pelinegro, a un restaurante temático que se encontraba cerca de la salida.

Pidiendo 2 hamburguesas, 2 bebidas y también 2 conos de helado.

La noche se presentaba rápidamente, obligando a todos los visitantes a retirarse del lugar.

El tren estaba completamente solitario, solo lo acompañaban los dos chicos.

—Eres muy apuesto Yoongi—. Expresó Hoseok descubriendo la frente de su acompañante. —Si yo fuera una chica, me hubiese enamorado desde el primer día en que lo ví—.

Yoongi no podía ocultar el gran sonrojo que obtuvo por las vagas palabras de Hoseok.

—Pero somos hombres y según mi madre, eso está mal—.

—¿Qué está mal?—.

—Qué dos hombres se amen—.

Varios jadeos se escuchaban en el vagón del tren.

Hoseok ardía y temblaba debido a la fiebre.

Sunflower  𖧷MY+JH𖧷  Where stories live. Discover now