XIII

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Por fin había llegado el día.

Hoseok se vestía de la mejor forma posible, un lindo suéter de colores pasteles un pantalón recto de mezclilla, sus zapatillas deportivas y una bonita gorra blanca.

Hoseok esperaba pacientemente en su habitación, mirando el cielo cubierto por las enormes nubes blancas.

La espera era demasiada, pasaron 40 minutos y aún nada.

Sus ojos lagrimeaban lentamente, y su corazón se hacía cada vez más pequeño.

—Tal vez y lo olvidaron...—. Murmuró el castaño quitando las cristalinas lágrimas de sus mejillas.

Sus rodillas tapaban su colorado rostro.

Sus sollozos casi no se escuchaban, unos pasos agitados se oían por el pasillo, haciéndose mucho más ruidosos.

—¡Hoseokkie hyung!—. Exclamó Jimin con una mano en su vientre, bastando agitado. —...Yoongi hyung... Yoongi hyung está aquí—.

Hoseok alzó su hinchada cara, sorbiendo su mucosidad y limpiando sus lágrimas.

—¿Es cierto? ¿Esto no es una broma?—. Preguntó desesperado, mientras se acercaba rápidamente al rubio.

—Hyung, jamás te jugaría una broma—. Se defendió el menor tomando la mano del castaño, jalando fuerte al mayor. —Vamos hyung—.

Los pasos eran escandalosos y las respiraciones también lo eran.

Y ahí estaba Yoongi con una singular vestimenta, su abrigo color ocre, su camisa color blanca, su pantalón de vestir color negros sus zapatos de charol.

—¿Por qué tan elegante hyung?—. Preguntó el castaño acercandose a su mayor.

—Porque es tu cumpleaños...—. Respondió Yoongi con un enorme rubor, el menor estaba mucho más cerca que de costumbre.

Hoseok dió una risilla bastante linda y en unos segundos está aferrado al mayor, dando un sincero abrazo.

—Gracias hyung—.

Yoongi no rechazo el abrazo, tomo su cintura y la junto a su cuerpo para luego acercar su rostro al oído del menor y susurrar varias cosas.

—¡Hyung! No puedo aceptar eso—. Exclamó Hoseok muy sonrojado.

—Sera solo poco tiempo, si no te gusta dejaré de hacerlo—. Dijo el mayor soltando al menor.

—Lo regañara mi madre si se entera de eso, no quiero meterlo en problemas—. Dijo deprimido el menor.

—No te preocupes, todo saldrá bien—. Finalizo Yoongi besando la frente del menor. —Vamos—.

Hoseok asintió emocionado pero con algo de miedo, sí su madre los llegará a ver sería el fin para el mayor.

El día era perfecto, el sol era tan brillante, pero en esos instantes Hoseok brillaba más.

—Hyung, manchara su ropa—. Dijo el Hoseok quitando el abrigo de Yoongi para luego ponérselo a él mismo—. Si lo tengo yo no se ensuciara.

Yoongi ocultó su rostro, no quería que Hoseok viera lo ruborizado que estaba en ese instante.

—Es raro que usted venga a plantar los girasoles que tanto odia—.

—Tonto, todo lo que hago por ti es con mucho cariño...—. Divagó el pelinegro.

“¡Que acabo de decir!”

Hoseok quedó estático mientras sus mejillas se volvían coloradas.

—Termine...iré a lavarme las manos, por favor espera aquí—. Dijo Yoongi levantandose de la tierra.

—Lo haré hyung—.

Yoongi desapareció del jardín para entrar al hospital.

Hoseok se acercaba más hasta encontrar una nota.

"Feliz cumpleaños Hoseok, siento que esto no haya sido la gran cosa pero solo te pido una cosa...Sigue brillando como siempre lo haz hecho, se que no soy capaz de decírtelo pero puedo escribirlo.”

Las lágrimas salían rápidamente, Yoongi podía ser frío pero con Hoseok se comportaba de la manera más cálida posible.

—Vamos Hoseok—.

🌻🌻🌻
Espero y estén disfrutando está historia y si no es así, disculpen las molestias :'/
Gracias por leer y gracias por seguir está historia 💕

Sunflower  𖧷MY+JH𖧷  Where stories live. Discover now