Persona Equivocada 》Kirideku《

Capítulo 9: Tu crees en el rojo.

—Hola de nuevo, Kirishima, hace bastante tiempo que no venías, creí que ya estabas mejor, ah— saludó la doctora con la que hablaba.

—Hola señorita Asui, ¿qué tal le ha ido?— habló nervioso, ese lugar le hacia recordar.

—Sin ti las cosas han sido aburridas, ya no tengo a alguien que me hable con emoción— suspiró y tomo aciento, Eijiro hizo lo mismo —¿Qué te trae de nueva cuenta a este lugar, ah?

—Bueno, mi Bakubro me a traído, cree que necesito hablar con usted para poder sentirme mejor.

—De acuerdo, supongo que es así, ¿deseas empezar, ah?

—No tengo de otra—y con eso, su terapia empezó.

¿Cómo te ha ido últimamente con tu enfermedad, ah?

—Hace cinco horas me desmayé así que creo que no voy muy bien.

—¿Has tomado tus medicamentos como lo tienes establecido, ah?

—¿Sí?

—¿Es una respuesta o una pregunta, ah?

—Una forma de convencerme que es respuesta.

—Ya habíamos hablado de la importancia de tomarlo en tus horarios, de otra forma no mejorará, ah.

—¿Enserio cree que pueda mejorar?

—Por supuesto, todos pueden mejorar si se lo proponen, ah.

—Todos pueden...

—¿Has realizado alguna actividad que te haya exigido demasiado, ah?

—Emmm...— se puso a pensar hasta que recordó —Claro, subí cinco pisos de mi trabajo y me cansé como si hubiera corrido un maratón.

—Bien, de ahora en adelante tienes que realizar más ejercicio, pero sin esforzarte mucho, eso ayudará en tu condición física y psicológica, ah.

—¿Como qué cosas puedo hacer?— el ejercicio siempre fue algo que le interesó y ahora quería retomarlo.

—Caminatas, flexiones, yoga, hay un sinfín de cosas con las que puedes empezar y con el tiempo hacer cosas más laboirosas como a lo que tu estabas acostumbrado, ah.

—¿Enserio?— se podía notar su entusiasmo a metros de distancia.

—Claro— y siguieron charlando las 2 horas de terapia.

—¿Y como te fue, todo bien?— preguntó una vez Eijiro salió de la habitación sin Tsuyu detrás.

—Gracias, muchas gracia por ayudarme, eres el mejor— abrazó a Katsuki y se fueron a su departamento.

Durante el camino, hablaron de como le fue con su psicóloga.

—Hace mucho que deje de verla, ya extrañaba hablar con ella y creo que también me extrañó.

—¿Hablar con sus "ah" en cada frase?— hizo énfasis es esa palabra.

—Es inusual, ella es de mis pocas amigas.

—No, los psicólogos sólo se emocionan que vayas y hablan contigo como si te conocieran de toda la vida por que les pagas, no porque les caigas bien.

—Estoy seguro que la señorita Asui es diferente, puedo confiar en ella— nadie le quitaría la sonrisa que tenía.

—¿Y de que hablaron? Si se puede saber— se detuvieron frente a un puesto de tacos y decidieron comer.

—De.... dos tacos de cabeza, por favor— habló Eijiro al taquero una vez tomó aciento.

—¿Solo dos? Yo quiero cinco y mi amigo igual— luego se volvió a Eijiro —Pobre de ti dejarlo o te lo haré comer por la nariz.