Soju

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Yugyeom daba tropezones mientras caminaba, la lágrimas corrían por sus mejillas, su cabeza daba vueltas y el frío estaba cada vez mas fuerte.

No recordaba donde había sido la fiesta ni mucho menos cual era el nombre del chico que se ofreció a tener sexo con él.

Subió las escaleras cayendo múltiples veces en los últimos pisos, su vista estaba borrosa por las lágrimas acumuladas es sus ojos.

Tocó la puerta un par de veces y escuchó como la persona se acercaba del otro lado de la puerta rápidamente.

— Oh Yugyeom— sollozó de alivio, lo atrajo a sí y suspiró.— Te hemos buscado por todas partes. ¿Donde has estado?— preguntó limpiando sus ojos.

— No lo sé— respondió arrastrando las palabras— No quería verlo más— dijo, bajó la mirada apenado, sus ojos se encontraban entrecerrados, Jungkook lo llevó al sofá para que se sentara.

— ¿Porque no contestabas el madito teléfono?— alzó la voz y cuando vió que tapó sus oídos mientras fruncia el ceño supo que seguramente tenía dolor de cabeza, apretó los dientes y suspiró.

Le habían buscado por dos días y nadie sabía nada de él, Jungkook tragó saliva sintiéndo su garganta raspar, había tomado café las últimas horas para poder permanecer despierto y continuar con la búsqueda.

—Vamos, te llevaré a mi habitación— dijo acercandose a Yugyeom, que parecía no querer moverse de allí.— Pon un brazo sobre mí— Jungkook se sentó en el sofá y lo atrajo para ayudarlo a levantar.

Yugyeom caminaba lento, después de muchas botellas de soju y alcohol que desconocía finalmente se sentía cansado, la adrenalina había bajado en picada y aunque no era agradable sentir los efectos que causaba en su organismo no se conparaba con el dolor en el pecho que llevaba.

Olfateó el cuello de Jungkook y se recargo en su hombro, respiró la escencia de su mejor amigo que rápidamente su cerebro asoció con el chico amistoso que ahora lo cuidaba.

Jungkook quitó sus zapatos y los dejo a un lado, realmente odiaba que entraran a su habitación con zapatos y más cuando estaban sucios, pero no le tomó mucha importancia viniendo de Yugyeom.

Le quitó el saco y quito su cinturón para que no lo lastimase al dormir, lo dejó con su pantalón y la camisa blanca manchada de lo que parecía lapiz labial, jaló los edredones para taparlo mientras iba por agua y algunas pastillas para la resaca.

Finalmente cuando las luces se encontraron apagadas Yugyeom se durmió con un triste recuerdo.

Jungkook suspiró sintiendo su corazón palpitar lentamente al saber que ahora Yugyeom estaba bien, debía avisarles a los chicos de que ya había llegado.

Desconectó su teléfono del enchufe mientras entraba a las llamadas recientes que tenía, las últimas llamadas habían sido del hermano de Yugyeom y de Hoseok, ambos, junto a los demás le habían buscado las últimas horas incluso hasta debajo de las rocas, en centros comerciales, antros, estaciones de trenes e incluso a parques.

— ¿Hola?— contestaron del otro lado de la línea.

— Soy Jungkook de nuevo— dijo él, sacudió la cabeza, era claro que sabía quien era, pero claro, tenía sueño y su cuerpo pedía ya su descanso.

— Lo sé— escuchó un suspiro pesado del hermano de Yugyeom,— aún no tenemos noticias de él.

— Acaba de llegar— anunció sobando su frente, parpadeo sintiéndo sus ojos acuarse, sus ojos también pedían un descanso pero no podía dejar a Yugyeom así.— Llegó muy ebrio, lo he dejado descansar.

One Shots YugkookWhere stories live. Discover now