Coffee

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Quizás cuando el chico al que atendía le rogó una oportunidad cuando se acabó su turno fue una buena idea al final de todo.

Kim Yugyeom trabajaba en la cafetería que a su mismo tiempo era un club nocturno, él se encontraba situado en la parte baja "más y familiar" escuchaba que decían.

Su empleo se reducía a vender café y muffins desde las 10 de la mañana hasta cerca de las ocho de la noche, porque después de aquella hora el piso de arriba se convertía en un club nocturno.

¿Qué tenía que ver con ello?
Nada en absoluto, pero aquella noche lluviosa si que lo hizo.

A él le tocaba cerrar esa noche por lo que debía tomar cerca de 30 minutos extra, no se quejaba, era una tarde como cualquier otra, su compañera de trabajo, Yerim, atendía con una enorme sonrisa la mesa número 5, no era como si fueran muchas mesas ni pidieran tantos encargos, pero un día aburrido decidieron jugar con el número de las mesas y poco después se les hizo un hábito que no querían cambiar.

–Mira –señaló, moviendo su mirada a una pareja que recién ingresaba.– ya llegó con otra cita.

Yugyeom miró la puerta, permaneció inmóvil, tratando de no poner una mueca de asco le dijo a su compañera: yo les pediré el pedido.

Yerim había asentido limpiando las copas de cristal donde servían helado.

– Buenas noches– saludó, moviendo el lápiz entre sus dedos y sosteniendo la libreta en su mano continuó– mi nombre es Yugyeom, ¿Qué les gustaría pedir?

El hombre de fragancia evidentemente cara lo miró con desprecio, pero cambio la mirada rápidamente intentando que su acompañante no lo notara.

– Un Americano está bien, con un brownie– respondió. Yugyeom simplemente garabateó unas cuantas palabras.

– ¿Usted-?– fue cuando miró al acompañante del idiota ese, que se dio cuenta de quién era la cita, un hombre poco más bajo que el imbécil, sonrisa amable y encantadora, ojos brillantes, y voz suave.

– Leche achocolatada y una rebanada de pastel, el que me recomiendes está bien.

Yugyeom escribió atento un poco nervioso entonces.

–En un momento lo tendré, con permiso.

Y se dio la vuelta escuchando un que sea rápido por parte del grandulón feo.

–Ugh la próxima lo tomas tú Yerim.

La rubia de cabello cortito y sonrisa bonita le preguntó– ¿Mal día para el tipo ese?

– Como siempre.– asintió él.

– ¿Y quién es su nueva cita?– preguntó curiosa mientras leía lo que había pedido "lo mismo de siempre".

– No escuché su nombre– comentó– pero aquel chico... su acompañante... tengo pena por él.

Su amiga lo miró atentamente.

– Se merece algo mejor– concordó.

– No lo dudo, parece muy lindo– añade, pues al echarle un vistazo rápido, pudo notar como lo había tratado al tomar su orden, era la clase de chico que solo accedía a tomar un café con tipos como aquel porque eran muy insistentes.

– Lo es.

Yugyeom no se dio cuenta de lo que había dicho y su compañera no dijo nada.

* * *

– Aquí está su pedido– apareció poco después con la bandeja llena, donde cargaba las bebidas y los postres para ellos.

– Muchas gracias– había dicho el joven.

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⏰ Última atualização: Aug 25, 2020 ⏰

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