Salida I

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Suspira con fuerza cuando sus amigos empujan de su hombro para adelante, pues frente a él se encuentra su amor platónico, Jeon Jungkook, el líder de clases de literatura y arte.

Yugyeom lo había observado desde el inicio de clases cuando le había escuchado cabtar una de sus canciones favoritas después de dar asesorías, su garganta se había quedado seca y al cerrar se casillero buscando el dueño de aquella angelical voz sus ojos se detuvieron en el, llevaba una sudadera gris sobre su playera blanca, sus pantalones negros estaba sucios por la pintura de la clase que tomaba antes de ir allí, su gesto despreocupado y la sonrisa que había hecho cuando tatareó el sonido de la guitarra lo había aturdido.

Aquella fue la primera vez que le tomó importancia, la primera y más importante, porque después de esa, ningún día lo perdía de vista, sus ojos buscándolo a la hora de descanso y cuando cuidaba de los lienzos para guardarlos para la siguiente clase.

Poco a poco, intrigado por él comenzó a investigar acerca de él, enterandose que era mayor que él por un par de meses, que además de ayudar a las asesorías en su universidad, daba clases particulares de danza en la escuela a cinco minutos de allí y visitaba todos los días la cafetería donde perros convivían con las personas que iban a relajarse con una buena taza de café y la compañía de un cachorro.

Lentamente como gotas de agua, los pensamientos se fueron lenando del castaño que en las jardineras o debajo del árbol de cerezos dibujaba.

Día tras día le miraba a una distancia prudente y cuando veía que Jungkook sentía que era observardo y buscaba al dueño de esos ojos curiosos, rápidamente se hacía el dormido o revisaba la hora en su teléfono. Pero el temor a no verlo fue cuando se dió cuenta de que las semanas pasaba y el fin de curso se acercaba y si no tenía suerte jamás lo volvería a ver.

Por eso mismo se encontraba con las piernas temblorosas cuando comenzó a caminar hacia el muchacho que estaba dibujando el edificio de su institución.

Yugyeom se sitúo frnete a él, tragando saliva antes de hablar.

—Humm...hola— había dicho, sonriendo torpemente cuando levantó la mirada y soltó el lápiz que sostenía con la boca, quitó su auricular mientras desarrugaba la frente y lo miró esperando a que le repitiera porque no había logrado escuchar lo que había dicho.

—¿Ne-necesitas algo?— preguntó al centrar su vista en el joven de cabello amarillo.

—Yo-Yo ah, me-me preguntaba si quisieras, o bueno si-si ya tenías pareja para el baile de graduación— preguntó con la voz temblorosa.

Jungkook dejó de lado su dibujo, mordiendo su labio nerviosamente y sintiendo las mejillas sonrojarse suavemente.

— Bueno, la verdad no tenía planeado ir…

Le respondió, viendo como los ojos del peliamarillo perdían brillo cuando dijo eso.

—…porque pensaba ir al concierto de JongDae y Minseok en su lugar.

Jungkook no sabía porque había dicho eso, no era como si le importara al contrario si iba a un concierto o sí se quedaba en su casa comiendo frituras mientras veía el final de su drama favorito.

Yugyeom entonces le presta atención a la canción que suena por el auricular que momentos antes se ha quitado, escuchando entonces una parte de Beautiful Goodbye, Jungkook ruborizado tapó el auricular sintiéndose torpe.

— Te puedo acompañar— se ofreció— también quiero ver a JongDae— contó siendo verdad, ya que era uno de sus ídolos favoritos y Minseok por parte igual, además era una versión acústica donde juntarían sus mejores éxitos y por supuesto quería verlos cantar Paper Cuts y Moonlight a acapella, el había dicho por años que ese era su himno, además de que era el primer concierto después de no tenerlos por dieciocho meses en los que se la pasaron en el servicio militar.

— ¿Te-te gustan?

Sus ojos se iluminaron y una tímida sonrisa se dibujó en sus pálidos labios, Yugyeom se sentó a su lado con más confianza viendo de reojo como sus amigos celebraban disimuladamente.

— Mucho.

Ambos rieron bajito, entre apenados y emocionados en que alguien tuviera sus mismos gustos.

— Como sufrí cuando dijeron que se marcharían al servicio militar.

— Yo igual, lo bueno fue que dejaron un álbum para lanzarlo mientras no estaban.

— Uff si, fue un alivio. Mi corazón no podría vivir sin escucharlos.

— Yo tampoco. Aunque casi tuve un ataque cuando confirmaron su relación y dijeron que ya tenían tiempo juntos.

— Lo sé, pero yo lo sabía.

— ellos tenían algo.

Dijeron al mismo tiempo, riendo nuevamente.

— Entonces…

Jungkook se sonrojó nuevamente.

— Me gustaría ir a su concierto contigo.

Yugyeom lo miró por varios segundos, tan emocionado que en cualquier momento se pondría a llorar, pero no queriendo arruinar la imagen que había creado se levantó y dió brincos mientras corría a la institución.

— ¡Si!— festejó levantando los brazos— pa-pasaré por tí.

Jungkook anonadado asintió riendo ante la emoción del contrario.

Yugyeom salió corriendo ingresando a su universidad buscando a sus amigos para contarle de su logro, olvidando algo importante.

No sabía donde vivía Jungkook.

Aquí está la primera parte de este two shot, la verdad quise meter mi Chenmin porque si y porque necesito fanservice de ellos aunque sea imaginario porque me duele que mi bebé esté en el SM, eso es todo

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Aquí está la primera parte de este two shot, la verdad quise meter mi Chenmin porque si y porque necesito fanservice de ellos aunque sea imaginario porque me duele que mi bebé esté en el SM, eso es todo.
Pronto publicaré la según parte.

One Shots YugkookWhere stories live. Discover now