Tormento

14

Nuha lloraba desconsoladamente. Había corrido a la habitación de Byron justo después de que Evolet se fuera de la oficina de la pelirroja. Byron trataba de calmarla, pero le era imposible, desde que había llegado no había parado de llorar sin explicarle algo al respecto.

— Nuha, cálmate por favor — dijo el hombre abrazándola y pegándola más a su cuerpo.

El pecho de Nuha subía y bajaba con respecto a su llanto. Tenía los ojos cerrados solo dejando que las lágrimas salieran.

— Necesito saber que pasó — La chica se alejó del pecho de él y lo miró a los ojos azules con detenimiento.

Algo al verlos hizo click, y entendió muchas de las cosas que no cuadraban dentro de aquel búnker, pero decidió callarse todo aquello para ella misma. Si lo que creía era verdad, podría desatar todo para bien o para mal.

Byron notó que la atención de la mujer se había desviado completamente hacia otra dimensión, así que la zangoloteó, esperanzado a que la concentración de la chica regresara. Y así fue. La chica se soltó del agarre de Byron y dio un paso hacia atrás para chocar con la pared.

— ¿Ya me vas a decir la razón del porqué estás así? — Nuha asintió mirando al suelo — Bien, entonces dime.

— Esta mañana que estaba en la oficina llegó Evolet con su gran tamaño y me pidió las grabaciones de la madrugada anterior — Byron hizo un ademán con las manos pidiéndole que parase.

— ¿Quién es Evolet? — Nuha suspiró.

— La mujer gigantesca y rubia con cara de robot que da miedo y siempre está junto a Hart... — Byron sonrió.

— Todos los que están junto a Hart dan miedo — Nuha golpeó al hombre en el brazo.

— Ahora soy yo la que te pide que te concentres — La pelirroja se alejó de la pared en la que estaba recargada y caminó a paso lento en dirección a la cama, donde tomó asiento nada más llegar — Fue a mi oficina a pedirme los videos de anoche, y justo los estaba viendo para tratar de hacer algo y que no pudiesen ver lo que Ela hizo. — Nuha se limpió las lágrimas de las mejillas y prosiguió — Es más poderosa de lo que creemos Ron, mató a más de diez hombres ella sola sin la necesidad de tocarlos.

— *Sabemos la razón de eso, y ellos no tardan en deducirlo* — filtró el hombre de ojos azules en la cabeza de Nuha — *La ventaja que pudimos haber tenido se ha esfumado por completo. Tenemos que hacer que suban al siguiente nivel o los va a atrapar. *

Nuha se levantó de golpe de la cama — Están a nada de descubrirnos, y si lo hacen la del peor final seré yo. Seas o no "Ron", eres un experimento del 2020 que sigue vivo. A mí me pueden despedir si quieren, o..., algo peor — las lágrimas volvieron a brotará de los ojos de la chica.

Byron con un solo paso llegó a ella y la abrazó de nuevo, y sin perder el tiempo, Nuha colocó sus manos en la espalda del pelinegro aprisionándolo en un abrazo. El hombre alejó un poco a la chica y se acercó a esta y la besó con ternura.

Ambos se habían vuelto en un solo ser con aquel beso, de una manera tan hermosa que no podría describirse con palabras. No tenían mucho tiempo conociéndose, pero pareciera como si no tuviese tanta importancia.

La tranquilidad de la habitación fue interrumpida cuando la puerta de que daba al pasillo se abrió, mostrando una mujer castaña que observaba la escena con la mirada completamente perdida.

Nuha se separó de Byron y se acomodó junto a él quedando frente a frente con Nelly.

— Fui a buscarte a tu oficina, y creí que estabas aquí — Nelly suspiró, miró al suelo y le tendió un tablero con hojas y una pluma a Byron — Necesito un permiso para salir. Cinco días, mi madre está enferma.