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¿Por qué parecía sonar un reloj en la habitación? ¿Acaso era su cerebro contado los segundos que pasaba en aquel lugar? Ya había pasado una hora desde que Evolet la había dejado ahí. ¿Para qué? No lo sabía, su mente trabajaba al mil por hora pensando en excusa para todo lo que fuese a preguntar.

Miró su reloj por novena vez en los últimos diez minutos, le tiempo corría y debía actuar rápido sino quería tener una sorpresa en nueve meses por no tomar una miserable pastilla. En el calentón del momento, ni ella ni Byron se había tomado la molestia de protegerse ante aquella situación. Pero no había problema, la chica tenía pastillas de emergencia en su habitación, nada podía salir mal. Solo debía esperar. Pero esa espera ya era eterna.

No supo cuánto tiempo pasó, pero Evolet entró con un montón de papeles en las manos. Su mirada se veía triste y a la vez molesta, pero fue algo que Nuha no notó nunca, era mala para leer el comportamiento, pensamientos y sentimientos que otras personas, por eso había decidido trabajar con máquinas, se le daban mejor.

— ¿Ya me puedes decir para que estoy aquí? —inquirió Nuha tratando de no sonar tan desesperada. Los nervios se le estaban poniendo de punta y quería salir corriendo de ahí lo más rápido que pudiese.

— Cállate, —ordenó la rubia— hubo un percance con el brazalete del sujeto 011, el nuevo brazalete le bloqueaba sus poderes y se desactivó por una serie de eventos ajenos a nosotros.

Pero era mentira, Evolet lo sabía. Había sido completamente su culpa la desactivación del brazalete del chico. Y debía encontrar la manera de tener de nuevo el control de este antes de que Levi se encontrara de nuevo con los demás chicos y Nuha era su respuesta. Era su única respuesta.

— ¿Qué tengo que ver yo en esto? —se recargó en la mesa frente a ella al mismo tiempo que Evolet se sentaba y dejaba los papeles sobre esta— Si estoy en lo correcto, no usaron mis diseños a para hacer el nuevo brazalete. ¿Era un prototipo? ¿Por qué usarlo sin que yo lo revisara?

— Eso no te incumbe —la voz firme de Evolet hizo que Nuha se sintiera intimidada, pero que las manos de la rubia temblaran al mismo tiempo que trataba de buscar una hoja en específico entre los papeles— Solo dime como recuperar el control del brazalete antes de que se dé cuenta que no está siendo rastreado. Tengo...tenemos que encontrarlo —la corrección de esa unca palabra desconcertó de nuevo a la pelirroja.

— ¿Desde donde controlaban el brazalete? ¿Qué tipo de sistema de seguridad ocupa? ¿De qué materiales estaba hecho? —antes de que Evolet la interrumpiera para decirle que eso no era de su incumbencia aclaró por qué debía saber esa información— Todo esto tiene que ver con el control, no es solo aplanar un botón y nada más.

La rubia al fin encontró la hoja que estaba buscando ¿Por qué no había buscado esa simple hoja antes de ver a Nuha? Los nervios la estaban traicionando y no sabía muy bien lo que hacía. Colocó la hoja frente a Nuha y le pasó un bolígrafo.

— Firma —ordenó tajante.

— ¿Qué es esto? — Los ojos de la pelirroja viajaron a una velocidad impresionante por todas las palabras del papel tratando de entender lo más rápido lo que esas palabras decían— ¿Acuerdo de confidencialidad? Ya firmé uno al entrar a trabajar aquí.

Evolet se llevó las manos a la boca entrelazado los dedos, pegó sus pulgares a sus labios y suspiró lo más profundo que pudo.

— Este acuerdo es diferente, porque este trabajo es diferente. No vas a trabajar ya para proteger a los sujetos, ahora trabajaras para proteger las instalaciones — Un nudo en la garganta de Nuha se formó de pronto.

¿Cambiar de bando en su contrato? ¿Qué pasaría si se enterasen después que ella siempre estuvo apoyando a los chicos? Miró de nuevo la hoja, la temperatura de la habitación era muy fría, pero su frente sudaba, estaba nerviosa. ¿Por qué? ¿Qué diablos era lo que presentía que pasaría si firmaba ese contrato?

TormentoWhere stories live. Discover now