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La noche había sido algo ruda. La castaña estaba tan poco familiarizada con estar en la superficie que no pudo evitar despertarse con cada ruido que escuchaba. Extrañaba el silencio absoluto dentro del búnker, pero no extrañaba estar encerrada en aquel lugar. Sus ojos castaños parecían brillar en el reflejo amarillo de la farola de la calle, observando todo a su alrededor tratando de poder encontrar las palabras clave con las cuales hablar con Phillip de una forma civilizada.

Los rumores habían llegado al búnker años atrás, según los recuerdos de Nelly, cuando Ela y los demás niños tenían 12 años, pero estos no fueron confirmados hasta dos años después.

La única hija (y única familia) de Phillip se suicidó después de una fuerte depresión ocasionada por el abandono de su expareja. Aquello fue tan impactante para el hombre que se la pasó todo el funeral de la chica tratando de hacer reír a alguien debido a que "el ambiente parecía el de un funeral"

Ahora sus oraciones pocas veces tenían sentido y conexión con las cosas con las que se hablaban con él. Conseguir la información que necesitaba antes de volver al búnker iba a ser más difícil de lo que Nelly pensaba.

La luz de la luz de la mañana al fin llegó, los rayos cálidos del sol golpearon el rostro somnoliento de Nelly y esta no pudo evitar soltar algunas lagrimas de nostalgia. ¿Cuándo había sido la ultima vez que había sentido los rayos del sol en su piel? Quería arrepentirse de haber entrado al búnker, pero no podía, por más que quisiera no podía hacerlo. Amaba tanto a Ela y Byron que no imaginaba su vida en otro sitio sin haberlos conocido.

Después de unos minutos llorando a la luz del sol, Nelly decidió salir por fin de la habitación de invitados que le había prestado Phillip para dormir esas 5 noches. Se colocó sus sandalias y camino hasta el baño, se dio una ducha rápida y al salir se vistió con uno de los primeros conjuntos que pensaba usar. No desperdiciaría la oportunidad de poder usar ropa civil.

Salió de su cuarto ya vestida y se dirigió a la cocina con la esperanza de hacer algo para desayunar antes de comenzar el día. Se encontró a Phillip en la cocina, cocinando alegremente con música que parecía de los 2000's en su reproductor.

— Buenos días — El hombre pegó un brinco, giró con la espátula que estaba utilizando a modo de espada.

— ¿Nelly? —gritó al aire— ¿Acaso ya te convertiste en uno de ellos y puedes ser invisible o teletransportarte?

Ella estaba confundida por aquella acción, pero poco a poco se fue aclarando en su mente lo que estaba pasando.

— Tranquilo, llegué anoche, el búnker me dio 5 días de vacaciones — Phillip bajó la espátula y siguió lentamente con los huevos en el sartén.

— Lamento está escena —se disculpó el hombre— regularmente pongo notas en todos lados para no olvidarme de nada.

Nelly miró a todos lados de la casa, pero por más que rebuscada en las paredes, electrodomésticos y muebles no había ninguna nota pegada en ellos.

— No veo nada —expresó la mujer.

— Por eso no recordé que llegaste —El viejo soltó una carcajada, e invitó a Nelly a tomar asiento en la mesa de madera entre la cocina y la pequeña sala—. Me puedes recordar porque estás en mi casa y no con tu familia.

Ella suspiró— Necesito información, Phillip. La familia de Elaine...

— Elaine Joahne Azahar —interrumpió él—¿Cómo está?

La paciencia de Nelly poco a poco salía por la puerta principal de la casa y tomaba un viaje a México. Cuatro días más de esto y probablemente ella también veterinaria loca.

TormentoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin