A. Rutina

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La sociedad siempre  guarda una imagen de ti, cumplir con cada aspecto para encajar bien en un lugar, hacer las cosas bien, saludar a todos sin producir gestos, guardar respeto por los mayores sin embargo en el vocabulario o diccionario de Beca Gonze nada de eso importa.

Con 20 años Beca aún se abstenía de elegir sobre su vida de tal forma que dudaba entre Mercadotecnia o Negocios aunque los dos eran ramas del mismo pero en este punto debía optar por uno.
A pesar de que existe algo seguro; su propia marca de Labiales.

¡Mercadotecnia!-Así podré comenzar con mi proyecto-Dio click para inscripción.

Dentro de esas cuatro paredes se encontraba sentada sobre su cama aun asimilando que pronto Debería levantarse temprano, arreglarse el cabello y hacer el desayuno.

-Que flojera-esbozo mientras buscaba una película en su portátil.

Cómo todas las tardes decidió relajarse sin preocupaciones en su apartamento hace ya un año se mudo a New York con la idea de responsabilizarse un poco dejando atrás su vida que aunque no tuvo lujos ella obtuvo amor por parte de su madre y hermanos. Los primeros meses le fueron difíciles, con el paso del tiempo se acostumbro a la soledad.
Ahora debía concentrarse en su futuro, nada de distracciones con hombres tal vez las fiestas correspondían a SI, posiblemente a su vida no le cae nada mal un poco de licor con algo de pudor.

En el mes tuvo citas, nada importante al parecer la multitud de cabezotas inútiles que hay en el mundo con tarjetas de crédito, autos lujosos e incluso pagos por mascar a penas dos rebanadas de cebollas acompañado con la mitad de la mitad de un simple trozo de carne eran sumamente elevados, con ello podría comprarse dos vestidos en oferta pero que más da así es la sociedad además ella no nació con gente elevada como los jóvenes que hace unos días conoció presumiendo algo que sus padres se ganaron con esfuerzo.

-Un hombre con porte, traje y que todo lo que se ponga le luzca bien, sonrisa encantadora pero sobre todo responsable e independiente eso quiero.

Ni un poco de atención mostró ante su inmóvil pantalla reproduciendo ese filme que tanto anhelo ver durante la semana. Con su cerebro proyectando al individuo impecable que ambicionaba, las escenas le eran poco relevantes para llamar su atención y al oprimir aquel botón de apagar se hundió en su mar de sueños.



Cappuccino Anthony Santos-Romeo SantosWhere stories live. Discover now