G. Anthony Santos

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Llovía, de nuevo me encontraba en casa solo que a excepción del café tenía chocolate caliente, un poco desaliñada observé el pasar de la gente, mire cada gota de agua, preste atención a las nubes, al cielo  y entonces lo supe.
Si dedicas tanto tiempo a mirar más allá de su apariencia podrás entender perfectamente el porqué de las cosas.

No pude decir una sola palabra  salí huyendo como una cobarde. Mi seguridad ya ni siquiera era digno de mencionar estaba exageradamente nerviosa. Comprendí porque Viena no dijo nada, tal vez quería gritar me, incluso golpearme. Ella es muy guapa, alta, piel blanca, sus ojos son hermosos, ni hablar de su cuerpo, espectacular. ¿Que tenía yo?, no me sentía inferior pero si me comparaba soy todo lo contrario, piel morena, ojos grandes obscuros, no soy alta mi cuerpo solo esta bien cuidado, todo en su lugar no podría quejarme aun así no me sentía al alcance de un hombre tan prestigioso como el Sr. Santos.

Cobarde es la palabra que mejor me queda, tal vez debería enviar un mensaje de texto, una llamada o escribir una carta confesando que también me gusta, si eso haré, sin embargo por la vergüenza de escapar hace un rato de su oficina será mejor no presentarme mañana.

Sr. Anthony Santos;

Después de lo que pasó ayer posiblemente no querrá verme ni en lienzo.
No huí porque me desagrado su comentario ni mucho menos porque no sienta lo mismo por usted pero en este instante quiero digerir bien sus sentimientos. Tampoco me da miedo su edad solo que le temo a mi persona;

Aún no tengo metas fijas en mi vida.
No tengo un cuerpo espectacular.
Sigo estudiando.
Mi sentido del humor es pésimo.
No soy profesional.
Tengo muchos defectos.

Y así en listar todas mis carencias, esa es la diferencia entre usted y yo. No puedo aceptarlos porque no quiero crear cicatrices en mi vida, temo ilusionar me con usted no obstante descubra todo lo que me hace falta y después solo me mande al carajo.

Me gusta cada aspecto que tiene por la mañana, cuando se floja la corbata, que pase a mi lado dejando un camino de fragancia, incluso cuando está de mal humor me fascina más. La forma en que camina, cuando bebé su café. Pronunciando mi nombre, jamás desee tanto que una persona dijera mi nombre.

¿Debería ser egoísta?, no soy la única persona que gusta de usted. Mi amiga quedó desecha después de su rechazo, no podría salir con usted sin tomar en cuenta los sentimientos de Ella, eso lo hace aún más imposible.
Espero que comprenda mi posición y respete mi decisión.

Beca Gonze.

Decidí dejar la carta en medio de los documentos que el Sr. Santos iba firmar, posterior entregue a Rita aquellos papeles sin dejar sospechas.

Nuevamente mi cobardía se hizo presente y sin recibir respuesta alguna de él falte una semana al trabajo, solo me dedique a la escuela e incluso envié una receta médica a la empresa °ANTsa° inventando tener bronquitis pero aún con todo eso, yo no dejaba de pensar en el;

~Anthony Santos~

Cappuccino Anthony Santos-Romeo SantosWhere stories live. Discover now