Cappuccino Anthony Santos-Romeo Santos

J. Ceder

-No lo olvide, bueno si pero no del todo-trate de excusar me pero el no dijo nada solo me hizo cerrar los ojos. Cuando volví a mirarle note que su mano acariciaba algo en mi pecho.

-Eres una mujer hermosa, estoy completamente enamorado de ti. Te amo Beca y no se que pasará en un futuro pero quiero permanecer a tu lado-entonces vi una hermosa gargantilla colgando-AS&BG nuestras iniciales señorita Gonze. Es un poco dominante pero no quiero que nadie más te mire de la manera en que yo lo hago.

Me beso pero esta vez fue un poco más pasional, deseoso, no quería que terminará y mal dije el momento en que Viena entró a la oficina.
Baje rápidamente de su regazo con las mejillas coloradas.

-¿En que puedo ayudarte?-Estaba molesto, ¿Quien no?, yo también echaba humo como chimenea por esa supuesta interrupción planificada. Además no había avisado su salida tan repentina y ahora venía como si nada.

-Hay muchos reporteros fuera de la empresa, quieren acceso exclusivo para realizar algunas cuestiones Sr. Santos-me miro con desagrado esperando una respuesta.

-Ahora no puedo atenderlos, necesito pasar tiempo  con mi novia, estamos celebrando nuestro aniversario-me miro de una manera coqueta, sonriendo para mi.

Viena salió hecha una furia. Ya no era más mi amiga y Rita estaba de su lado, no hablamos más  sin embargo no me importó. Estos últimos días cambie la perspectiva de amistad creando un sin fin de puntos claves acreditando la sencillez y lealtad dentro de para seguir con mi vida.

-¿A donde quieres ir?-Tomo mi mano. Ahora yo sentía esa seguridad, sabía que Anthony era el indicado y jamás desde tenerlo tanto como ahora.

-Vamos a mi casa, falta mi obsequio-Lo mire a los ojos aquellos con los que perdía la cordura. Y por un momento pude verme a través de ellos, si eso significaba amar entonces Yo Beca Gonze me declaró sola y completamente enamorada de Anthony Santos.

No tienes que darme nada, no me gustan las envolturas prefiero tenerte a ti-lo sabía un hombre como el no aceptaría nada por eso respondí de la manera en que el entendió lo que venía.

-¿Y quien dice que viene envuelto?-Le sonreí dejando un beso en su mejilla Apresurado camino detrás de mi tomando mi cintura.

Aquel sentimiento de deseo rápidamente se esfumó como el humo de un cigarrillo. La multitud de reporteros esperando fuera del lugar era verdad, eso me hacía sentir cada día menos segura de mi trabajo, ¿qué iba decir la gente al verme así de cerca con Anthony?, pensarían por obviedad que gracias a él tengo éxito  hoy en día y mi lanzamiento de maquillaje se vería arruinado por eso.

Es verdad, me ayudó, soy consciente de ello  pero no lo hice con las intenciones de colgarme de su fama y eso estaba diciendo la gente. Jamás haría eso y es entonces cuando la poca felicidad que tienes se va lejano como un tren, al principio lento, pero al querer llegar a su objetivo se desplaza más rápido de lo habitual.

-No hagas caso, solo son tonterías, ellos no saben en que invertir su tiempo-aparco el carro fuera del edificio donde rentaba mi apartamento.

-Para ti es fácil, tu ya tienes un imperio sin embargo yo comienzo así que no esta bien-levante un poco la voz, mi desesperación se hacia presente. Odiaba esta sensación de inseguridad.

-Y no crees que para mi fue difícil, todos comenzamos desde abajo pero a diferencia de ti yo no tenía a nadie alentándome como yo lo hago contigo.
¿Que acaso no te basta?-apretó el volante. Esta era nuestra primera pelea aunque me cabreo ese comentario, ¿Acaso el sentía lástima por mi?.

-¿Me tiene lastima?-No respondió-Sabes que, esto de salir contigo se vuelve difícil. Tu eres una persona madura yo apenas inicio, será mejor terminar con nuestro intento de relación. No puedo estar con alguien que sienta lastima por mi.
Y por favor jamás vuelvas a confundir lastima con amor-Salí hecha una cólera. Su silencio me lo dijo todo.

Entre llorando a mi hogar, calenté mi cafetera entonces tome un baño observando el regalo pensando en los buenos momentos que hemos compartido.

-Nuestra primer pelea-Sonreí tontamente y culpable. Las palabras que dije fueron crueles.
Como si hubieran prendió un cohete en mi trasero agarre mi bata, la coloque como pude. Tome las llaves de casa para salir corriendo entonces algo me lo impidió.

-¡Demonios! Quien carajos te crees para estar parado allí como una estatua- seguí en el piso sentada observando mi tobillo pues se había lastimado con el golpe.

-¿Siempre tienes que tirar a matar?-levante mi vista, era el cargandome hasta el sofá. Pero sus facciones parecían normales. No estaba enojado tal vez desilusionado.

-Perdoname, no soy buena con esto-Dije agachado la cabeza, me refería a nuestra relación, ya una vez había amado pero salí hecha un caos después de romper aquel noviazgo de casi 4 años.

-No me iré a ningún lado ¿Recuerdas?, sin la crema no funciono Beca-acaricio mi barbilla para dejar un beso en mi nariz-Estas enojada, lo sé pero necesitaba asegurarme que estabas bien, mañana hablaremos con más calma-se levanto del sofá.

-Espera-lo detuve y sabía que no había vuelta atrás-quedate aún falta tu regalo-recargo su frente con la mía y me beso.

-Si insistes tanto creo que puedo hacerlo-sonrió mostrando su dentadura tan perfecta-Vamos muéstrame mi regalo

-había comprado algo lindo, debido a las circunstancias no he podido ponérmelo-Mi cuerpo estaba temblando y sentía que en cualquier momento iba desvanecer junto con mi pie lastimado que no ayudaba en nada.

Me quite la bata lentamente, el solo me miro. Cuando al fin estuve desnuda frente a él me derritieron sus palabras.

-Eres mi perdición-