No me voy a arriesgar a perderte a vos también

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- A la mañana -

Emi: (abre los ojos y ve que Nico aún seguía durmiendo. Vuelve a cerrar los ojos y arruga la frente. Se toca la cabeza) Bfff (se acomoda boca abajo con la cabeza en la dirección contraria a Nicolás)
Nico: (con la punta de los dedos le acaricia la espalda suavemente. Susurra) Buen día
Emi: (sonríe sin moverse) Pensaba que dormia
Nico: Hace tiempo que dejé de dormir por la noche. La pasó bien?
Emi: (asiente) Aunque no recuerdo mucho
Nico: Son los efectos negativos de las hierbas de ayer. Seguramente también siente mareo, dolor de cabeza, náuseas. Yo tampoco recuerdo nada de lo que pasó
Emi: (se acomoda de lado mirandolo) No piensa que sería mejor dejar de lado la parte de drogarse? Así podría recordar lo que hace por las noches
Nico: A veces es mejor no recordarlo. Quiere agua?
Emi: No, gracias. Me voy a ir a casa. No sé qué hora es, mi padre debe estar preocupado (se sienta) No sé que voy a decirle cuando llegue
Nico: No tendría que decirle nada (le pasa el dedo indice por el recto de su columna vertebral) Es usted bastante mayor para dar explicaciones, no le parece?
Emi: (lo mira) Sí. Pero también me parece que si fuera madre me gustaría saber dónde pasó la noche mi hija (se levanta y junta su ropa)
Nico: (se toca el pelo mirandola vestirse con una sonrisa pícara)
Emi: (se acerca al espejo y se acomoda el pelo)
Nico: Quiere que le deje otra ropa? Si vuelve así a casa la van a mirar como si estuviera loca (se levanta y va al placard)
Emi: (se gira hacia él)

Evidentemente no pude evitar mirarlo de arriba abajo sintiendo que mi cuerpo volvía a rendirse ante sus encantos. Su cuerpo desnudo era una trampa mortal.

Emi: Tiene ropa de mujer en el placard?
Nico: Este placard es del cabaret, no es el placard de mi casa. Evidentemente hay ropa de mujer, es de alguno de mis compañeros pero no le importará que se la lleve...esto le servirá (le da un conjunto)
Emi: Gracias
Nico: (vuelve a tumbarse mirandola)
Emi: (se cambia tarareando una canción)
Nico: (se le van cerrando los ojos)

Después de unos minutos sin escucharlo hablar me di vuelta para encontrarmelo completamente dormido. La sonrisa se me dibujó casi al instante y de forma inconsciente. Se veía muy tierno. Todo lo contrario a la noche anterior...

Emi: (busca en su billetera plata y la deja en la parte en la que ella estaba tumbada. Lo mira durante unos minutos. Se acerca por el lado de él y lo tapa. Se va sin hacer ruido)

*****

Emi: (paga al taxista y se baja. Llama al timbre)
Diego: (sale a abrir) Ah, sos vos
Emi: Buen día (entra)
Diego: Buen día (cierra)
Emi: Quien pensaste que era?
Diego: (niega con la cabeza) Nadie, nadie. Desayunaste? (va para la cocina)
Emi: (lo sigue) No
Diego: Llegaste justa, estoy en eso. Que tomas?
Emi: Mate?
Diego: Sí
Emi: Me convidas?
Diego; Por supuesto
Emi: (se sienta)
Diego: (ceba el mate y se lo pasa) Donde estuviste anoche? No tenés buena cara
Emi: (toma mate) Estuve por ahí
Diego: (asiente)
Emi: (lo mira de reojo)

Lo notaba extrañamente tranquilo. Si hubiera sido mi mamá me hubiera matado a preguntas, pero él no volvió a decir nada más. En realidad por lo que había conocido de mi padre en este último tiempo, no acostumbraba a hablar mucho, sobre todo a la mañana, acostumbraba a ahorrar en palabras.
Así que terminamos de desayunar en silencio.

Hacía tanto tiempo no tomaba mate. Por un momento cerré los ojos y me vino la imagen de mi madre a la cabeza. Siempre desayunabamos mate y galletitas mientras ella leía el diario.

Emi: (sale de la ducha envuelta en una toalla y va a su cuarto)
Diego: (termina de cambiar las sábanas) Ya salgo (se va cerrando)
Emi: (se seca y se encrema. Después se viste y vuelve al baño a peinarse)
Diego: (pasa por la puerta cargado con ropa) Tenés algo para lavar?
Emi: (lo mira a través del espejo) Sí, lo que está arriba de la cama
Diego: (hace ademán de irse pero la vuelve a mirar) Sé que anoche estuviste en el Cabaret de los hombres perdidos (se va)
Emi: ... (Sale detrás de él) Como sabes?
Diego: Te vi
Emi: Como me viste?
Diego: (entra a la habitación y agarra el conjunto y un par de prendas más. Se va para abajo)
Emi: (lo sigue) Papá
Diego: El Cabaret tiene que tener un dueño, no?
Emi: ...sos...sos el dueño?
Diego: Todas las noches acostumbro a ir un rato para asegurarme de que todo está bien y anoche te vi sentada con Nicolás
Emi: ...
Diego: Nicolás es un buen chico, lo conozco desde que llegué a acá. Él era un pendejo. Por eso decidí no intervenir entre ustedes. Lo que sí te voy a pedir es que no vuelvas ninguna noche más, por favor. Entiendo que sentías curiosidad, todo el mundo habla del cabaret pero ya está. Ya mataste la curiosidad. - pensamiento en voz alta - Ya perdí a tu madre, no me voy a arriesgar a perderte a vos también
Emi: Perderme?
Diego: (deja la ropa en el cesto para lavarla y se gira hacia ella) Emilia haceme caso por favor. Lo hago por vos. Quiero cuidarte. No preguntes tanto. No vuelvas, por favor
Emi: Y si quiero volver, qué?
Diego: Me aseguraré de que no lo hagas
Emi: Soy grande para que me digas qué tengo que hacer, no te parece?
Diego: Quién vive acá hace años, vos o yo? En este último tiempo Alemania dejó de ser la que era, ya no es tan segura como antes (se gira y comienza a lavar la ropa)
Emi: (lo mira en silencio)

No sabía bien a qué se refería. Claramente me hablaba en clave para eso mismo, para que no supiera bien de que hablaba.

Emi: Te pensás que no me sé defender? Que soy de cristal? Te pensás que tengo 3 años?
Diego: (se gira sorprendido) Cómo?
Emi: Deja de hablarme en clave, no soy estúpida, papá
Diego: Claro que no sos estúpida pero...
Emi: Pero qué? Pensaba que vos eras diferente, pero veo que no
Diego: Diferente? Diferente a quién?
Emi: A todos los que nos consideran tan estúpidas que creen que no entendemos nada. Pensaba que eras diferente a todos esos que creen que no necesitamos saber porque total ya controlan ellos la situación, nosotras no tenemos que hacer nada más que dejarnos proteger
Diego: No pienso nada de eso, Emilia (suspira) Sos igual de cabeza dura que tú madre. Sentate
Emi: No quiero (se cruza de brazos)
Diego: Te voy a explicar todo, pero es largo (va a sentarse)
Emi: (cede y se sienta a su lado)
Diego: ...
Emi: Te escucho
Diego: No sé por dónde empezar
Emi: Por el principio
Diego: (se pasa la mano por el mentón y se aclara la voz) Vos, en todo este tiempo que llevas acá seguro escuchaste hablar del Partido Nacionalista

El cabaret de los hombres perdidos (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora