Capítulo 15.-Novia adolescente.

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Capítulo 15.- Novia adolescente.

Habían sido unas semanas muy ajetreadas entre eventos salidos de la nada, clases de fotografía con el nerd y llamadas sin respuesta para Kirishima. Sin embargo, dentro de todo el drama y las ocupaciones, podía considerar el tiempo como algo fructífero. Revisaba balances con Camie y su asesor financiero, pues estaban cerca de fin de año y era hora de conocer sus ganancias, pérdidas y la estimación de presupuesto para el siguiente periodo.

Pudo respirar un poco más aliviado, pues su economía no disminuía, al contrario, gracias a la exagerada y para nada necesaria publicidad de Deku, su trabajo había llegado a varios sitios y clientes, volviendo a Rose Velvet mucho más popular de lo que ya era cuando su madre vivía. Vaya contraste, pensó de forma irónica. En su primer año rescatando del escombro al negocio de la vieja bruja, casi perdieron más de la mitad de lo invertido, estuvo a punto de darse un tiro ante la inminente ruina que se le avecinaba, pero fue paciente, Camie afirmó quedarse a su lado hasta el final y gracias a todo ese apoyo, su servicio de banquetes floreció mejor de lo que jamás habría imaginado.

La prueba estaba en lo redituable que era ahora.

Su junta terminó y después de intercambiar unas cuantas palabras con el hombre, planear las inversiones del siguiente año y considerar un plan de publicidad para seguir creciendo como empresa, Katsuki salió de su sala de juntas con el celular en mano y muchos pendientes en puerta que ahora sí, nada ni nadie se atrevería a interrumpir.

O eso creía, pues en cuanto entró a su propia oficina, tomó asiento en la silla giratoria y comenzó a trabajar en su computadora, su teléfono comenzó a vibrar con insistencia. Negó refunfuñando e ignorando el aparato, era un hombre de negocios ocupado, no había forma de que una estúpida llamada le distrajera de sus actividades.

Tecleó un poco para preparar el plan de trabajo destinado a un evento de cumpleaños para una mujer mayor que tenía una descendencia gigante cuando su celular volvió a sonar, como si el remitente no tuviese una vida. Dijo unas cuantas leperadas y canceló la llamada sin ver de quien se trataba.

Después de una media hora trabajando en paz como si no conociera distracción alguna y hasta de buen humor por lo mismo, todo se fue al infierno con su teléfono sonando por tercera vez y harto de semejante acosador, ni siquiera se fijó quien llamaba y contestó con su particular y florido vocabulario.

—¡Deja de estarme jodiendo por una mierda!

—¿Kacchan?—respondió la otra persona con voz temblorosa ante el coraje de su casamentero.

Bakugou suspiró pensando al instante que le iba a dar un dolor de cabeza. Era como si el nerd activara todos sus sentidos y enfermedades en partes iguales.

—¿Deku? ¿Y ahora qué?—gruñó imaginando lo peor—. No me vengas con la mamada de que tienes una nueva novia porque te mato.

Izuku sonrió de forma temblorosa por primera vez asustado y contrariado, pero no por la amenaza de Kacchan. Sonaba horrible de su parte, pero a pesar de que el hombre se presentaba agresivo y dispuesto a cumplir lo que decía, él sabía dentro de su corazón que jamás le lastimaría. Era quizá, de las pocas personas que consideraba a Kacchan como alguien dulce, pues a pesar de todos sus gritos, groserías e histerias, era la única persona con la que se sentía a gusto.

Y el único para él en todos los aspectos.

—No es algo así como tal, pero digamos que estoy metido en un pequeño problema...

Para el rubio esas palabras no sonaban tranquilizadoras. ¿Por qué Deku siempre terminaba en ridículos que superaban sus límites? Parecía un maniquí de moda ochentera, pero el ser plantado 6 veces por una mujer distinta ya se le hacía excesivo.

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