Capítulo 21.-Novio casamentero.

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Capítulo 21.- Novio casamentero.

Se dedicaron a hacer turismo en Bali tal como les habían recomendado, incluso contrataron a un guía que les explicó cada parte del trayecto, todo con la idea de disfrutar al máximo el paradisiaco sitio, porque habría que ser tonto para no hacerlo. Sin embargo, eso era en el día, cuando la noche caía se dedicaban a explorar otros lugares, dentro de sí mismos, permitiendo que todo ese tiempo que creyeron no ser correspondidos, desapareciera.

Así fue su rutina durante los tres días del viaje y en la noche previa a su partida, decidieron cenar en uno de los restaurantes más famosos de la isla con el afán de llevarse un buen recuerdo, pues se encontraba al aire libre, con la vista al mar y decoraciones sumamente pintorescas. Izuku, con su camisa calada color lila y la playera verde opaco, además de los shorts rojos llenos de botones de colores representativos de la región, se sintió lo suficientemente elegante para la ocasión.

Aún si Katsuki casi lo asesinó con la mirada al notar sus fachas.

—Te ves de la mierda Deku, en serio, deja de vestir así.

—Oblígame—replicó haciendo un puchero que únicamente provocó que el rubio tomara asiento a su lado y le robara un rápido beso.

Se desarmaba cada vez que Kacchan hacía eso de besarle de forma no anticipada, porque prácticamente su cuerpo entero empezaba a temblar y se dejaba llevar, correspondiendo como un adolescente. Y quizá así se sentía, porque no encontraba otra explicación al hecho de que su prometido tuviese tanto poder.

Casi estalla durante el beso al pensar en la palabra "prometido", pero eso era Kacchan ahora. No su novio, ni amante o prospecto, era por completo su prometido. Iban a casarse, él se lo había asegurado con su confesión en el aeropuerto y ahora no podía retractarse, pero no sabía cómo introducir el tema sin lucir tan desesperado por reclamarle como "su esposo".

De verdad que no tengo remedio.

Dejaron de besarse justo a tiempo para que les mostraran la carta y después de ordenar un platillo salido de las profundidades de lo más raro, ambos empezaron a comer entre bromas y ciertos comentarios acerca de su regreso. Fue ahí donde Bakugou consideró prudente resolver algunas dudas que tenía.

—Oye nerd... con todo lo de nuestra luna de miel, me he guardado algunas cosas. Pero ahora quiero preguntártelo.

Izuku, un poco encantado con el hecho de estar en su luna de miel y que fuese reconocida como la misma, asintió un poco temeroso de lo que quería saber Kacchan.

—Adelante, yo te escucho.

Katsuki bebió de su copa de vino y como si nada lo preguntó.

—En realidad es una curiosidad tonta, pero quiero saber. Rose Velvet también te cotizaba la "luna de miel" de tus bodas... ¿Cierto?—el pecoso asintió relajándose un poco al entender a dónde iba la pregunta. El rubio continuó—. Bueno, mi duda es... ¿Qué mierda hiciste con todas las "lunas de miel" que te organizamos?

Como si no tuviese importancia alguna, el modelo sonrió partiendo su pedazo de carne con demasiada simpleza antes de responder.

—Se las regalé a las chicas, ellas podían llevar a un acompañante, ya que el viaje era para dos personas.

Poco faltó para que a Bakugou se le atorara la comida, pues prácticamente acababa de escuchar que ese idiota regalaba el dinero a diestra y siniestra. ¿Qué se creía? ¿Un Sugar Daddy? No sólo les había pagado a esas locas para que fingieran ser sus prometidas y le plantaran en el altar, para nada. No conforme con eso, todavía tuvo la osadía de regalar los viajes con todo pagado para ellas y un tercero. ¿Y todo porque quería pasar tiempo a su lado? Estás enfermo, es lo único que puedo pensar.

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