Lobo Malo

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Cuando Derek entra en el lujoso despacho de arquitectos de New York, una melena rubia llama su atención.

No los elegantes sofás de un precioso color marfil, ni los grandes ventanales que dejan a la vista un pequeño jardín con una fuente, tampoco le sorprenden  los pisos de mármol pulido que hay bajo sus pies o esas piezas de arte perfectamente bien acomodadas en una pared.

No, es la melena rubia y cuerpo despampanante de una mujer que no aparenta más de 24 años.

Cuando los ojos azules de ella se encuentran con los verdes del más alto, él es obligado a apartar la mirada. Aunque hay algo que le atrae de ella, no puede traicionar de esa forma a su pareja, así que infla el pecho en una respiración profunda y coloca sobre su rostro ese manto de Frialdad.

"Vengo a ver a la licenciada Snow"

Su voz es neutral y bastante calculadora.

La mujer le sonríe, toma los papales de la barra de recepción para llévalos a su regazo mientras se acerca a él.
Instintivamente se hecha para atrás en defensa propia.

"Mi nombre es Brittany Snow y soy a quien buscas"

Derek quiere pegarse un tiro a la cabeza.

"Supongo que usted es Derek Hale, encantada de conocerlo, ¿puede pasar a mi despacho, porfavor?" 

Derek no contesta el cordial saludo, pero le sigue por detrás intentando mirar únicamente las paredes de perfecto blanco.

Cuando se encuentran solos, El alfa intenta no respirar el aroma. Es un territorio completamente plagado del aroma de esa mujer, pero por su estabilidad mental, ni siquiera se acerca al escritorio —donde ella se sienta dejando ver su perfecto escote—.

Joder. Calma tus hormonas, Hale.

Se dice a sí mismo tensando los músculos.

"Dígame, señor Hale, ¿En que puedo ayudarle?"

"He venido a buscar  a alguien que pueda reconstruir una casa de la que soy propietario" explica rápidamente.

Le molesta la forma en la que sonríe, ella asiente y abre una libreta.

"Es necesario que visite el terreno o la casa, sí aún está en pie, para así usted pueda decirme lo que le gustaría y yo le dé mis opciones y recomendaciones,¿Le parece bien una cita para dentro de una semana?"

No.

"Está bien"

Su conciencia quiere golpearlo, pero sus hormonas la detienen como pueden.

"Perfecto, puede escribir la dirección en mi libreta, número y la hora"

Se pone de pie, camina en esos tacones altos hasta él, le entrega el bolígrafo y la libreta quedándose cerca.

Él capta su olor, quiere salir de ahí.

La chica se relame los labios y traga saliva mientras lo estudia con la mirada.

Es increíblemente guapo, ¿Es soltero?.

Los pensamientos de la rubia corren en su cabeza como ríos que desbocaran en el deseo más profundo.

Cuando Hale termina de escribir todo, le agradece sin mirarle y sale de ahí casi corriendo, atraviesa los finos pisos a paso apresurado antes de salir de ese sofocante edificio para subir al camaro y manejar más que culpable a BesconHills de regreso.

Tiene que disculparse con Stiles directa o indirectamente por dejar que una mujer lo haga sentirse extraño cuando tiene pareja y es alguien extraordinario.

Prefiere comprarle rosas y disculparse indirectamente.

Es una mierda de persona, se siente muy mal, pero ¿Qué había pasado con él?.

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