10.

17.3K 589 65
                                    

Hoy me he dado cuenta de algo terrible, los capítulos anteriores son del borrador de la historia, por eso está tan revuelto todo. Lo siento, espero poder modificar un día todo. Pero por el momento sigamos, espero disfrutes, en el mundo los cambiantes, vampiros, seres mitológicos, alienígenas....ansían tenerte y criar hermosos cachorros, no los dejes escapar, sí es que ellos te lo permiten:

La dejamos unos instantes, ¿Por qué no lo supimos?, los humanos ya estaban en la maldita casa cuando bajamos a la cocina, no escuchamos el repiqueteo del bastón en el suelo de arriba.

- Quietos.

Varios hombres preparados con ropa ignífuga nos apuntan con armas pesadas, ¿Alguna vez tuviste ese miedo por que ibas a tener un accidente, te iban a pegar los niños que te hacían bullying en el colegio o simplemente habías cometido una fechoría y te habían descubierto?, pues imagínate eso multiplicado por diez. El ruido de un arma disparándose arriba nos alerta, pero la de los humanos ante nosotros cargándose nos detiene, no tardamos en escuchar pasos bajando las escaleras, vemos a Víctor Capat llegar caminando lentamente, seguido por un enorme cambiante de piel morena con una máscara delante de su boca, cubre su nariz también, nos mira unos instantes, sus ojos blanquecinos resplandecen, pero rápidamente aparta su mirada, l…..ll…..lle…..lleva a Enma en sus brazos, su cabeza cae hacia atrás, sus brazos, su pecho sube y baja muy lentamente, está desnuda, tal y como la dejamos.

- No te la lleves.

Dai mueve sus pies hacia ella, su cuerpo, pero lo detienen, un maldito dardo se clava en su pecho, cae de rodillas al suelo, rompiendo a llorar.

- ¡Cambiante!, no dejes que te engañe, estás haciendo daño a varios de los nuestros.

El cambiante que lleva a Enma en sus brazos apenas le presta atención.

- Espero no tener que hacerle daño.

El cambiante la apretó contra su cuerpo, haciendo que los labios de Enma se movieran y soltara un quejido por la garganta.

- Cortarle algún miembro de su cuerpo, saldré por la maldita puerta de éste lugar sin ningún impedimento o ella lo pagará.

Hablan por un walkie que acercan a mi puta cara y tras yo no hacer nada me golpea el humano que lo porta con todo el frontal de éste en la cara, lo pega a mi oído.

- ¿Qué hacemos Eiji?

Las voces de varios guardias de la seguridad de las puertas me hacen gruñir.

- ¿Cómo has entrado aquí Capat?

Él se encoge de hombros, siguiendo su ritmo lento, el bastón golpea el maldito mármol de mis suelos como si el ruido fuera el del mismísimo demonio con el que me tomo copas junto a sus hermanos.

- Sé demasiado de vosotros, no se me escapa nada, os tengo a todos los cambiantes controlados.

Apretó sus labios, pero rompió a reír, el ruido del golpe seco de Dai contra el suelo hizo que Capat riera con más fuerza.

- Tuve dragones un tiempo, el ADN en el cuerpo de algunos humanos enfermos los curaba incluso del cáncer, ¿Sabéis lo que consigo con eso?

Los ojos le resplandecieron mientras le abría la puerta otro cambiante, ambos, tanto el que llevaba a Enma como el otro llevaban collares gruesos en el cuello, en las escaleras del porche había un grupo de cambiantes más, unos quince con la mirada fija en Capat.

- ¿Qué les has hecho Capat?, ¡Sois cambiantes!, somos de los vuestros.

Capat bajó las escaleras, ellos los seguían, el cambiante que llevaba a Enma iba a su lado, siguiendo su ritmo. Capat entró primero y ellos vieron por última vez el movimiento del cuerpo de Enma, su melena suelta deslizándose con los movimientos del cambiante. Me deslizo hasta el suelo, pongo mis manos en la superficie fría y niego cuando nos quedamos solos.

Sumisa de cinco dragonesWhere stories live. Discover now