12.

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Dai sonrió ampliamente, sus ojos se volvieron rojizos y una profunda línea negra los rodeó mientras se incorporaba y caminaba con ella entre sus brazos cerca de los dormitorios desocupados y el de sus cachorros, hasta el dormitorio que compartían, la puerta corredera a un lado de la habitación mostraba dos cunas vacías.
 Quiero volver a ser padre, me gusta.
Enma sonrió cayendo en la cama, con él aun enterrado en ella, lo observó unos instantes entristecerse, pero rápidamente agitó su cabeza, haciendo a su cabello removerse.
 Lo que más quiero es disfrutar de tu embarazo todo lo que no se me permitió con el de Fudo e Ichiro.
Enma lo atrajo contra su cuerpo y susurró en su oído.
 Todavía no habéis conseguido un maldito sofá ignifugo.
Lo escuchó romper a reír mientras se separaba y apoyaba de espaldas en el colchón, recorrió con las puntas de sus uñas y sus yemas de los dedos su pecho, sonriendo todo el camino mientras él comenzaba un ritmo lento.
 Tenemos como cinco horas antes de que vengan los niños para llenarte.
Enma se puso roja mordiéndose los labios, torció sus ojos hacia él y lo observó simplemente encogerse de hombros negando.
 No soy un maldito pastel.
Dai bajó sus labios hasta el borde de la oreja expuesta de ella y mordió con sus dientes en ella haciéndola retorcerse de placer mientras lo sentía recorrer toda su sensible piel.
 Tus pechos saben dulce cuando están llenos de leche, me recuerdan el sabor de la maldita leche condensada y jodida y solamente tengo hambre constante de cosas dulces.
Enma sintió el ritmo de sus arremetidas incrementarse, golpeaba con su polla en su útero, intentando abrirlo.
(Dai) ¡Joder!, parecemos primitivos, tuerzo mis ojos hacia la puerta del dormitorio abierta, me inclino un poco hacia atrás y niego, no hay ningún maldito arma allí, el arma somos nosotros. El desgarrador orgasmo de Enma me saca de mis casillas y me incorporo de la pared donde estoy, hemos hablado esto, amamos a nuestros hijos, queremos más cachorros en casa, entraremos en el cuerpo de Enma hasta que esté lo suficiente llena para que nuestras mentes salvajes se calmen ante un posible embarazo, si no siempre se puede volver a empezar. Por lo menos no tenemos que esperar a que Enma sienta que entra en celo. Las humanas no son cómo las cambiantes, incluso viendo a mi hembra echando sus brazos hacia mí tengo que enorgullecerme sacando la camisa de mi cuerpo y los pantalones, el olor del deseo de Enma se intensifica y durará bastante tiempo, ella se mantiene activa constantemente y no tuvimos que esperar mucho tiempo cuando llegaron nuestros cachorros para que se lanzara contra el cuerpo de Hikaru desesperada por una maldita atención de nosotros. ¡Jodidos cambiantes viejos! No sabéis lo que os habéis estado perdiendo.








Casi dos años después.

 Enma, quería ir al gimnasio de la entrada, parece que los cambiantes allí tienen más máquinas que yo en casa, ¿Quieres venir?
Camila camina cerca, hasta asomar su cabeza por la puerta de la cocina y mira a su hermana, ella intenta contestarle, pero tiene la boca tan llena con el bocata que se está desayunando que sólo puede asentirle mientras termina de saborear la mayonesa sobre su lechuga y filete empanado, baja la mirada a su bocadillo y suspira.
 Está bien, ¿Puedo llevarme el bocadillo?
Camila tuerce sus ojos, poniéndolos en blanco, ambas caminan hasta el gimnasio y comienzan a calentar, Camila se destroza tratando de contar las calorías que ha conseguido perder y tras una paliza impresionante se incorpora de la máquina en la que estaba y mira a Enma, atiborrándose de patatas fritas mientras pedalea, con un suspiro frustrado, después de una ducha ambas vuelven a la casa y Enma sonríe abrazándose a sus bebés, sus otros dos hijos llegaran en menos de una hora, en la lejanía Hojo, Asami y Tokai se acercan a la casa tirando de un carrito gemelar.
 ¿Preparamos un salteado de verduras para comer? Carne y puré de patatas.
Enma sonríe con entusiasmo.
 ¡Sí!, pero pon extra de carne y patatas, tengo mucha hambre.
Camila suspira enredando en la nevera, observando a Enma coger una bolsa de chucherías con queso de un mueble y tragarse varias bolas mientras observa a sus hijos detenidamente, Hiro se estira en la entrada de la cocina y llega hasta Enma besándola en la frente mientras ella se chupa los dedos pringados de queso.
 ¿Cómo lo haces? Comes como una cochina y no coges ni un gramo.
Enma mastica con rapidez lo que le queda en la boca mirándola mientras Hiro niega abriendo la nevera, poniendo delante de ella una cola normal, Camila parte unos pimientos furiosa.
 No lo sé, supongo que será el metabolismo.
Camila torció sus ojos al escuchar a Tokai carraspear.
 Vamos nena, tú no estás gorda, joder, acabas de tener bebés y estás perfecta.
Ella intenta negar, resopla, pero Asami la rodea por detrás sin que lo espera y susurra en uno de sus oídos haciéndola reír antes de que la muerda en la oreja.
 Deja de cocinar e intenta descansar.
Tira de ella fuera de la zona de cocina y la hace sentarse mientras él se pone un delantal.
Eiji sonríe mientras llega hasta la cocina y besa a Enma sobre la silla en la que sus bebés tratan de hacer ruidos de protesta.
 Mis pequeños dragones, ¿Cómo amanecieron hoy?
Se aparta ligeramente al escupir uno de ellos fuego por la boca y mueve sus ojos alrededor de la silla de paseo ligeramente quemada por varias zonas.
 Estáis aprendiendo demasiado pronto a quemar cosas.
Sus ojos brillan mientras los bebés siguen haciendo ruidos, tuerce su cuerpo y se pone al lado de Enma sonriendo.
 Creo que tendremos demasiado trabajo con vosotros chicos, siempre se ha dicho que los bebés de segundos embarazos son más activos que los primeros.
Enreda uno de sus brazos tras la espalda de Enma y tira de ella antes de que una fuerte bola de fuego la golpe, suelta una carcajada y la besa en los labios mientras ella tiembla asustada, Hikaru alza el extintor cercano y apaga el fuego en las cortinas de la cocina, lo pone en la isla cercana, apoyándose en ella y da un ligero ronquido.
 Ésta noche tiene que vigilar Hideo.
Hikaru sonríe risueño, se incorpora y le pasa a su hermano el extintor.
 ¿Dónde vas? Estamos preparando la comida.
Tuerce sus ojos y sonríe hacia Enma.
 Mi comida vendrá a mí ésta noche.

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⏰ Last updated: Nov 09, 2019 ⏰

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Sumisa de cinco dragonesWhere stories live. Discover now