TODO CAMBIÓ

25

Alba:
Íbamos de camino a casa de Natalia para acabar con nuestro perfecto día juntas.

Yo llevaba un rato pensando en que pasaría si le invitará a dormir junto a mi esa noche. La idea no era para nada desagradable realmente me moría de ganas de acurrucarme entre sus brazos con mi cabeza en el hueco de su cuello mientras oía el sonido de su corazón en cada latido pero no sabía si era demasiado pronto para dar ese paso.

Aparque justo en frente de el gran portón de hierro que daba acceso a el chalet de los Lacunza,  mis manos sudaban sobre el volante y tuve que secarlas en mis pantalones.

-¿Estás bien? Has estado muy callada durante el trayecto-murmuró la morena.

-Si, sólo pensaba en cosas -respondí con un sonrisa sincera. Era cierto no me ocurría nada respecto a nuestra relación sólo que mis dudas no cesaban.

-¿Lo prometes?-continuó con una mirada preocupada.

- Lo prometo Nat...-susurre sujetando su mano sobre mi muslo.

Se quitó el cinturón de seguridad y se aproximó a mi acariciando mi rostro delicadamente mientras inspeccionaba mis facciones con detenimiento buscando algún rastro de falsedad en mis palabras.

-No quiero separarme aún de ti - confese en un suspiro.

Abrió los ojos sorprendida por mi confesión y me deslumbró con su preciosa sonrisa.

-Vente a dormir conmigo esta noche,  por favor-suplique en un susurro.

-¿De verdad es lo que quieres? Soy muy pesada durmiendo rubia igual me acabas mandando al sofá-añadió riendo.

-Nat... Necesito sentirte cerca de mi durante horas sin que las agujas del reloj delimiten nuestras caricias-murmure sin apartar los ojos de sus labios.

Natalia:
La felicidad que se instaló en mi cuerpo no podría describirla con palabras en esos instantes.

-Debo hablar con mi madre primero Alba,  ¿ me das un momento?-pregunte sin dejar de acariciarla.

Asintió sonriendo y reí por la sensación que su felicidad generaba en mi.

Salí del coche rápidamente andando por el jardín no podía parar de sonreír como una estúpida.

-¡Mamá!-grite al entrar.

-En la biblioteca Natalia-respondió.

Camine rápido hasta llegar a su altura. Sentada en su gran sillón devoraba un libro mientras un cigarrillo se consumía entre sus dedos.

-¿Puedo dormir fuera?-pregunte nada más llegar.

-¿Vas a dormir con Alba?-respondió con otra pregunta cosa que últimamente hacia con bastante frecuencia.

Asenti un poco sonrojada.

-Llega antes de el almuerzo mañana , vienen los abuelos-dijo giñandome un ojo y sonriendo.

-Gracias-susurre dejando un beso delicado en su frente.

Salí de la casa tan rápido como había entrado en ella aún más feliz si podía.

Me monté en coche cerrando la puerta tras de mi mientras la mirada interrogativa de Alba esperaba una respuesta.

-¿Me prestas un pijama esta noche?-dije sonriendo.

Su sonrisa creció rápidamente y sin yo esperarlo se abalanzó a abrazarme rápidamente.

-Gracias-susurro contra mi cuello.

-Shh-chiste mientras dejaba besos sobre la delicada piel de su hombro que sobre salía de su camiseta.

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Hola

¿Qué pasará esta noche?
¿Darán el paso de hacer el amor?

Descubramoslo

Robarme la cordura siempre fue tu plan y yo no quise evitarlo

-BLUE💙