TODO CAMBIÓ

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Natalia:
Alba de espaldas a mi deja caer su vestido y sus curvas salen a relucir ante mis ojos iluminadas por la luz que se cuela por la ventana.

-Dios...- suspiro.

Noto como sonríe por mi acción sensualmente y todos los vellos de mi cuerpo reaccionan.

Como buenamente puedo me levanto de la cama caminando en su dirección hasta colocar mis manos sobre sus caderas desnudas.

-Eres increíble mujer- susurro en sus labios antes de comenzar a devorar su cuello muy despacio.

-Nat... hazme tuya- suplica colocando su mano en la parte posterior de mi cabeza animandome a continuar mientras apoya su cabeza sobre mi hombro.

La cogo sobre mis brazos y camino con su cuerpo semidesnudo hasta posarla sobre el edredón y comenzar a desvestirme ante su antenta mirada.

Una vez estamos ambas en igualdad de condiciones me tumbo hasta quedar entre sus piernas.

Una guerra de besos bañados en lujuria se desata entre nosotros.  Sus lubricados labios bailan al son que yo les marcó dejando escapar suspiros de plances por mis constantes caricias en sus muslos.

-Te necesito-suplica empujando mi torso sobre el suyo .

Me desago de su ropa interior y de la mia posteriormente y abro sus piernas mi pierna derecha hasta encajar nuestros centros en unos solo.

-Ah!-gime.

Nunca nos habíamos sentido con tantisima intimidad.

Comenzó un vaivén de caderas por mi parte provocando gemidos placenteros de parte de ambas.

Yo devoraba su cuello mientras sus manos acariciaban mi espalda incitandome a no parar.

-Me encantas - susurraba en mi oido- Te amo.

Gemi tras su declaración.

-Dios Alba- di un movimiento seco de cadera haciéndola arquedar la espalda.

-¡Nat!-grito.

-Shh van a oirnos Alba- susurre.

Mordio su labio inferior acallando sus gemidos sin apartar sus ojos de los mios que no podian parar de contemplar como se creaba el orgasmo en sus ojos.

-Me voy a correr Nat.

-Esperame, me queda poco- suplique besando sus labios de nuevo.

-Te amo mi amor- respondió empujando de nuevo mis caderas contra ella-¡Ah!

Oirla gemir me ponia a mil y ella lo sabía.

-Me encanta cuando me haces tuya- añade.

Y sin mas me dejo ir.

-Alba-gimo.

Cuando mi cuerpo comenzo a combulsionar sobre el suyo se dejo ie conmigo y terminamos fundiendonos en un placentero orgasmo.

-Nunca dejes de poseerme así  Nat- pidió recobrando el aliento.

-Jamás- respondi besandola de nuevo.

Ese solo fue el primero de todas las veces que pecamos aquella noche.

Nuestros gemidos gritando a voces unos cuantos te amos que debieron ser dichos hace mucho pero todos y cada uno de ellos tan reales como nunca.

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*deja esto y empieza a correr*

¡Cuidado con las manos guarris!!

-BLUE💙