Capítulo 6

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Pasaron algunos días en los que lo único interesante que pasó fue que la varita de Denki explotó y provocó que tuvieran que salir de la clase de Encantamientos. Ese día por fin era sábado, y Eijirou se encontraba tranquilamente durmiendo hasta que alguien le comenzó a zarandear. Se aclaró la vista y vio a Nejire con el uniforme de quidditch a un lado de su cama.

-¿Qué pasa?

-¡Entrenamiento de quidditch! ¡Vamos!

Eijirou miró el reloj que había en la pared entornando los ojos, eran las cinco de la mañana.

-Ni si quiera habrá amanecido, aún es muy temprano.

-Exacto, forma parte de nuestro nuevo programa de entrenamiento. Ningún equipo ha empezado a entrenar todavía. Este año vamos a ser los primeros.

Eijirou sabía que no iba a poder convencer a Nejire para volver a la cama, así que perezosamente salió de las sábanas y comenzó a buscar su uniforme. Nejire sonrió y se dirigió hacia la puerta y le dijo:

-Nos veremos en el campo dentro de quince minutos.

Una vez se terminó de vestir, cogió su escoba y le escribió una nota a sus amigos para que no se preocupasen por él. Bajó a la sala común encontrándose con Kota, que estaba limpiando su cámara. El chico sonrió al verle y se levantó recogiendo su equipo rápidamente.

-¡Hola Eijirou! Nejire me dijo que hoy tendríais entrenamiento. Nunca he visto a nadie jugar quidditch, así que me dijo que podía ir a veros. ¡Y mira lo que tengo! ¡Las he revelado ya!

Le mostró una de las fotos que se hicieron hace unos días. Aparecían los dos sonriendo alegremente, y detrás sus amigos haciendo caras raras.

-¿Me la firmas?

-Sí, claro.

Kota le dio un boli y Eijirou garabateó su nombre. El más pequeño se la guardó con cuidado en el bolsillo y le acompañó hasta el campo de quidditch mientras Eijirou le explicaba las bases del juego para que no le costase tanto entenderlo.

Llegaron y Kota se fue a las gradas para observar mejor, deseándole suerte a Eijirou. Él se dirigió hacia el resto del equipo, que estaba de todo menos entusiasmado. La única que parecía feliz de estar allí era Nejire, que intentaba animarlos como siempre.

-Bien, me he pasado el verano diseñando un programa de entrenamiento nuevo que seguro nos consigue la Copa por fin.

Pero nadie la escuchaba. Los gemelos Todoroki estaban más dormidos que despiertos apoyados el uno en el otro, Tokage y Pony se encontraban acostadas en el césped con Hiryu a un lado de ellas y con unas ojeras enormes. Pero Nejire no se inmutó por el estado de sus jugadores y les explicó todas las tácticas defensivas y ofensivas que había planeado todo el verano.

Le llevó dos horas y media que todos entendieran las prácticas para poder comenzar a entrenar, porque cada vez de comenzaba con una nueva alguien decía que no estaba atento y tenía que volver a empezar. Al final se fueron despertando y Nejire avanzó más rápido en la explicación.

Una vez terminó de explicarles todo, se levantaron del suelo y Eijirou se dio cuenta de que ya había amanecido, y que parecían ser por lo menos las nueve de la mañana. Divisó a Katsuki en las gradas con un papel que envolvía algo, así que en un descuido de Nejire fue hacia él volando.

-¿Aún no habéis terminado?

-Aún no hemos empezado.

-Bueno, pues suerte. Los demás están desayunando, pero yo me he adelantado y como suponía que no habías desayunado te he traído varias tostadas de mermelada.

Eijirou Kirishima y la cámara de los secretosWhere stories live. Discover now