Capitulo 16: Simples espectadoras

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...Y Calle lo supo, ya no había nada más por decir, sólo queda hacer. Tomo el rostro de Poché y la besó. La besó como si no hubiera otro día para hacerlo, como si de ese beso dependieran millones y millones de vida, como si fuera la última posibilidad de ser feliz.

Poché no se había quedado atrás, apenas sintió el contacto de los labios de Calle con los suyos se entregó al beso como si los labios de la castaña escondieran el secreto mejor guardado. Poché supo que ese era el lugar donde quería pasar el resto de su vida, besando a Daniela Calle.

Cuando algo tan esencial para vivir como el aire, pero que tan poco le importaba a ellas dos en ese momento, fue necesario, se separaron.

-Guauuu – fue lo que alcanzó a murmuran Calle apenas abrió sus ojos – eso fue fue...Increíble – la castaña buscó los ojos de la peliazul pero los encontró aun cerrados – Pochas,Poché abre los ojos por favor – pidió Calleacariciando sus rostro.

- No quiero abrirlos – dijo simplemente la peliazul.Calle sonrió - Pochas, vamos, abre los ojos – insistió y volvió a acariciar el rostro de la deportista.

-No, si los abro me voy a despertar del sueño y seguramente te has ido o alguien viene a interrumpirnos o aparece tu novia...

- Ex novia – corrigió Calle siguiéndole el juego.

-Bueno o aparece tu ex novia o te enojas conmigo por algo. Asique pienso quedarme con los ojos bien cerrados para seguir soñándote – Finalizó Poché y apretó aun más sus ojos.

Calle se acerco despacio a su boca y agarró entre sus dientes el labio inferior de Poché, mordiéndolo un poco.

-Auchhh. Eso dolio – se quejo un poco en broma la deportista.

-¿Te dolió? – pregunta Calle y la peliazul asiente aun con los ojos cerrados - ¿ves? Es como si te hubiera pellizcado. No es un sueño. Tú y yo estamos acá, en mi terraza. Solas – murmuró la castaña–Asique, ¿me quiere hacer el favor señorita de dejarme ver sus hermosos ojos que tanto me gustan? – Calle alzó sus manos y suavemente acarició cada parpado de la peliazul.

Y así fue, Poché obedeció, abrió sus ojos y se encontró con un par de ojos avellana mirándola intensamente – Eres tu – dijo Poché – eres real – afirmaba mientras con sus mano derecha iba recorriendo el rostro de la fotógrafa que sólo se quedó disfrutando del roce – Ese beso fue el más perfecto de mi vida – Calle sonrió – es más si hubiera un concurs de besos lo tendrían que descalificar por ser demasiado perfecto – esta vez las dos sonrieron.

- Poché – Calle – dijeron las dos al mismo tiempo – Dígame su majestad – dijo la peliazul tomandole la mano y besándola.

Calle le dio un pequeño golpe por el apodo a la jugadora y tardo en hablar – Poché yo, yo pensé que te habías ido con la modelo hueca y...

La peliazul sacudió la cabeza – no me fui a ningún lado, es decir, si me fui pero no me fui con ella ni con nadie. Me fui a caminar, quería pensar y bueno cuando llegue al auto vi esto – fue hasta el sillón y agarró paquete muy bien envuelto - y no quería dejar de dártelo.

La castaña tomó el paquete y volvió a mirar a Poché – no deberías haberlo hecho – le dijo

-¿Qué cosa? ¿Volver o el regalo? – preguntó bromeando la peliazul, sabía que Calle se refería al regalo

- El regalo listilla. No tenías porque regalarme nada - decía mientras abría el paquete – Además... ¡Dios mío!... Poché... esto es, es... hermoso – Calle sostenía sobre sus manos una cadena de plata con un dije de rubi – y muy, muy caro... no puedo aceptarlo. – lo puso de nuevo en la fina caja que venía y lo alejó de ella.

Cuando, donde y como el amor quieraWhere stories live. Discover now