En la fiesta
- No te entiendo – le dijo Natalia a Calle. Las dos estaban en la barra esperando a que le trajeran sus bebidas.
- ¿Qué cosa no entiendes? - preguntó de mal humor
- Vienes a esta fiesta para castigar al bomboncito y te la pasas mirando a la entrada esperando a que Poché llegue a buscarte – Demasiado obvia castaña
Calle no se atrevió a contradecirla, sencillamente apoyó los codos en la barra y puso su cabeza entre sus brazos – ¿Por qué carajo no puede pedirme perdón? ¿Por qué no puede ser sometida como tu y venir arrodillada rogando que la perdone? – estaba enojada
- ¡Oye! – Natalia no iba a aceptarlo – No me arrodillé – pero casi. La desesperación de la castaña le hizo saber que no estaba para bromas – Dani, escucha – le acarició la espalda – El bomboncito es así. Cuando le dijiste que ibas a salir sin ella, le tocaste la fibra de los celos, y lo sabes bien – la castaña sabía.
- Lo se Natt, lo se – se compuso para recibir la copa de vino blanco que le acercaba el barman – pero realmente pensé que después de la primera noche no iba a aguantar, que iba pedir perdón y todo lo demás. La extraño, la quiero aca conmigo. – ambas volvían caminando hacia el lugar que había elegido Valeria para bailar, procurando no chocar con la gente que bailaba alrededor de ellas.
- Toma tu tequila amor – Natalia le daba la bebida a su esposa.
- ¿Crees que puede llegar a venir? – Valeria le consultaba a su amiga que estaba mirando de vuelta hacia la entrada
Calle se encogió de hombros – Probablemente está viendo la forma de esconder más maldita pornografía dentro de algún lugar raro como... no se - tomó de su copa – como la pesas del gimnasio o algún estúpido lugar que yo no frecuento seguido... ¡Dios! ¡Detesto a la maldita Jesica Larsson! – la fotógrafa se estaba descargando - ¡Detesto a cualquier mujer con la que mi esposa quiera acostarse que no sea yo! - seguía – Es más... Brindo por ya no ser deseada por mi mujer – Calle levanto la copa haciendo que Natt y Vale se miraban.
- ¡Demonios! – Alguien chocaba con Calle haciendo que tirara su vino blanco al piso - ¿Acaso no miras...? – Una cara conocida para la castaña- ¿Doctor? – una de las pesadillas de Poché aparecía en la fiesta
- ¡Daniela Calle! ¡Lo siento! – la reconoció – No te vi, discúlpame – secaba a la castaña con su mano aprovechando a tocarla. El hombre miró para todos lados – No veo a tu esposa aquí - le dijo, parecía contento.
- No vino conmigo – la fotógrafa no pudo evitar pensar que a su mujer no le gustaría nada ver a este tipo con ella.
- ¿Te dejo sola? ¿A ti? ¡Que locura! ¿Acaso no sabe que clase de mujer tiene a su lado? – empezaba el coqueteo descarado. La castaña no pudo evitar sentir ganas de golpear doctor por atreverse a hablar de su mujer.
- Creo que voy a volver con mis amigas – Calle estaba incomoda – Nos vemos luego – quiso irse, pero una mano en su brazo la detuvo
- Solo baila conmigo una sola canción – la castaña quería negarse – por favor – después de todo solo era un baile ¿cierto? – la fotógrafa volvió a mirar a la entrada. No señales de su esposa.
Pues si Poché se divierte sin ella, Calle no podía ser menos, le dio la mano al doctor – Un baile no se le niega a nadie – le dijo y se dejó guiar al centro de la pista.
- Esto no le va a gustar nada a Poché – Valeria bailaba con su esposa y seguía de cerca a Calle.
- Esperemos que no se entere – Natalia pensaba igual que su mujer.
YOU ARE READING
Cuando, donde y como el amor quiera
RomanceMaría José Garzón mejor conocida como Poché , es una aclamada jugadora de básquet en Londres hasta que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su fama de mujeriega irrumpe en New york sin saber que un encontronazo con una castaña, ma...