Cuando, donde y como el amor quiera

Capitulo 64: "Calentitas y apretadas"

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Mismo día a la tarde - nueva casa Calle Garzón

La juntada había dejado de ser parrillada para pasar a ser pileteada. La mayoría del grupo se había trasladado a la pileta, y digo mayoría porque Poché, por insistencia de Salome se había quedado jugando al básquet con ella y Gabriela.

Mientras los hombres jugaban a pasarse un balón de futbol americano las mujeres estaban acomodadas en las distintas reposeras disfrutando del poco sol que iba quedando, Natalia había puesto la suya dentro de la isla de la piscina donde estaba Calle sentada con Antonia en sus piernas y Emma a su lado. Dentro del agua, Juan y Vale trataban de enseñar a Timoteo y Andrea a hacer pequeñas braseadas.

- ¿Cuántos campeonatos ganaron ustedes? – desde la colchoneta inflable, Beth indagaba a su madre y a Natalia sobre su pasado porrista

- Tres seguidos – contestó la latina muy orgullosa – Éramos imparables– aseguró – La entrenadora retiró el uniforme de tu madre y le hizo una especie de santuario - contó

- ¿Tú eras porrista como Bethi? – le preguntó Anto a su madre. La pequeña jugaba con las manos de Calle.

- Ajam – contestó la castaña que estaba embobada mirando como su pequeña castañita peleaba con sus dedos.

- ¿Y cómo la coach Paula? – preguntó Emma a su lado. Calle sintió como Natalia y Beth soltaron una risa sarcástica cuando la melliza nombró a la actual entrenadora de porristas del Liberty y de los Nicks de New York

- No cariño – la corrigió Calle – Yo fui mucho mejor que la coach Paula – le dijo para de nuevo sentir la risa de su hija y de su amiga – De hecho creo que aun lo soy – se agrandó. Había visto los movimientos de Paula cuando era la porrista de su esposa y no eran nada perfectos.

- La coach está mormonal por mami – dijo Antonia apretando la cara de su madre. Beth y Natalia no paraban de reír

Calle giró los ojos – No digas eso Anto – la semi reto

- Pero es cierto – la pequeña se movió en busca de su prima - ¿Andy cierto que la coach Pau esta mormonal por mami Poché? – le gritó a la pequeña Betancourt Sandoval que trataba de nadar. Aun así el patito dejó de hacer lo que estaba haciendo para mirar a su prima y asentir con su cabecita - ¿Viste? – enfrentó a su mamá

- Anto... - su madre quería frenar al terremotito

- Siempre la está mirando, y.... y...y – quería decir muchas cosas al mismo tiempo

- Bebe respira – Beth la destrababa

La pequeña Calle Garzón tomó aire – Y cuando le habla siempre mueve los ojos muy... muy rápido de arriba para abajo... así mira – Anto trataba de agitar sus pestañas y Calle no pudo evitar reírse ante la cara de su hija - ¡Andy! ¿Como mueve los ojos la coach cuando le habla mami Poché? – Natalia se levantó de su reposera para ver como su hija trataba de pestañear – Así mamá – señaló a su prima - ¿Viste? – el lechucín insistía

- ¡Anto! – Emma se había cansado de escuchar calumnias sobre su otra madre – Mami solo es mormonal por mamá – dijo para después levantando apenas su voz, esconderse e su madre.

Calle abrazó orgullosa a su hija. Si algo la caracterizaba a Emma era las fuertes convicciones que tenía. Emma admiraba el amor de sus madres y lo defendía a muerte.

- Pero si Nikky también lo dice – Quinn giró los ojos. Nikki era capaz de decir cualquier cosa con tal de justificar porque Paula nunca quiso salir con ella.