Acto ━ 1.0

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(Día de muerte?)


Aly se retorció nerviosamente en su silla. Hoy era el día en que los médicos le darían un número. Este  número era aproximadamente la cantidad de tiempo que tenía antes de que la muerte la robara de este mundo.

Billy Black apoyó la mano en la rodilla de sus sobrina de 17 años. Ella había estado bajo su cuidado durante diez años y él realmente veía a la morena más como a su hija y no como una sobrina.

Aly le sonrió a su tío de manera tranquilizadora no temía a el número, no le temía a la muerte. No como lo haría cualquier ser humano normal.

Cuando la enfermera del hospital llamó a Aly a una de las salas de espera y comenzó a preguntarle el tipo normal de preguntas de "cómo se siente", Aly les respondió mecánicamente de la misma forma en que lo había estado durante los últimos dos años.

Cuando Carlisle entró me sonrió, yo se la devolví por igual y comenzó a hacerme las mismas preguntas que la enfermera acababa de hacer, a las que respondí lo mismo. Cuando sintió que realmente no estaba de humor para veinte preguntas y simplemente quería la información por la que había venido suspiró, de una manera muy humana y me miró directamente a los ojos, aunque sus orbes dorados tenían lástima cuando me dio la respuesta a la pregunta que me había mantenido despierta por la noche.

Simplemente me sentí adormecida justo después de que las palabras salieron de su boca. Sabía que hiba a llegar, no tenía miedo del final de mi vida, solo quería vivir el resto de mi vida como quería.

Al levantarme salí bruscamente de la habitación del hospital después de murmurar una disculpa e informar a mi tío que estararía en casa antes de que oscuresiera. Agarré mi bolsa y corrí hacia el bosque. Permití que los árboles se desvanecieran a mi lado mientras me abría paso sin esfuerzo por el denso crecimiento excesivo, nunca me faltaba un paso ni tropezaba en lo más mínimo mientras corría por un tiempo antes de frenar para caminar y deambular por el bosque.

Los bosques de Washington habían sido mi hogar durante los últimos nueve años. Eran el único lugar en el que me sentía a gusto, el único lugar en el que nunca me había sentido perdido. Siempre tuve la capacidad de saber dónde ir a algún lugar, me impidió perderme en el bosque y lo aproveché para mi ventaja.

Estaba caminando por el bosque cuando escuché el ligero crujido de las hojas, un sonido que era demasiado pesado para ser otra cosa que un humano y me volvi bruscamente para ver a un hombre rubio mirarme fíjamente.


 Tɪᴍᴇʙᴏᴍʙ /ᴄᴀɪᴜs ᴠᴏʟᴛᴜʀɪ/ ✓Where stories live. Discover now