Capitulo [1.10]

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Aly Black estaba muerta de cansancio. Después de dar su discurso y de darle un caluroso adiós a la feliz pareja, Aly corrió rápidamente a la habitación de Edward, se puso la pijama que Alice tenía allí y se quedó dormida.

Esa fue una de las desventajas de morir, significaba cansarse por cosas que no cansarían a la mayoría de la gente.

Actualmente la morena estaba vagando sentada contra la base de un árbol, descansando.

Fue entonces cuando sintió su presencia y levantó la vista para ver a Caius Volturi mirándola.

"Hola." Dijo Aly mientras le sonreía cansadamente. Caius no dijo nada, él simplemente siguió mirándola.

"Ese hombre lobo está enamorado de ti". Caius gruñó después de un momento y Aly no pudo evitar sonreírle.

"Lo sé." Aly respondió con un suspiro mientras se levantaba en un intento por hacerse casi tan alta como él.

"¿Sientes lo mismo?" Preguntó Caius mientras estrechaba sus ojos. Alyg negó con la cabeza inmediatamente y Caius pareció relajarse visiblemente.

"Qué hay de ti eh, quiero decir que eres un rey y todo eso". Preguntó Aly, esperando desesperadamente que la respuesta fuera no.

"Los vampiros tienen compañeros, así que tengo que encontrar a mi compañera para tener una reina". Caius explicó y Aly asintió mientras se mordía el labio.

"Entonces, ¿has encontrado a tu compañera?" Preguntó Aly, una sensación de ser realmente vulnerable explotó a través de su sistema mientras miraba al rey rubio.

"Eso creo." Caius respondió y fue como si el corazón de Aly se rompiera en mil millones de pedazos. Por supuesto que tenía un compañero. Él nunca la escogería realmente. La niña moribunda. La humana.

"Oh, bueno debería irme". Aly dijo, sin poder ocultar la forma en que su voz se quebró al final.

"Eres tu." Caius se desvaneció. Esas dos palabras hicieron que Aly se detuviera. Nunca en toda su vida la morena había imaginado un alma gemela, pero allí estaba él. Ahora estaba divagando, sobre algo que no llegaba a los oídos de Aly mientras los pensamientos fluían por su cerebro.

Su alma gemela estaba justo frente a ella y estaba segura de que no iba a fingir que ya no sentía las cosas por él, ya no.

Así que, sin decir nada, Aly se acercó al rey rubio y se puso de puntillas mientras colocaba sus labios sobre los de él.

 Tɪᴍᴇʙᴏᴍʙ /ᴄᴀɪᴜs ᴠᴏʟᴛᴜʀɪ/ ✓Where stories live. Discover now