Arriesgate Y Sé Feliz

Capítulo 01

NO ME CASO CONTIGO.

Alexandra no había dejado de parpadear. En principio, se hallaba tendida en un sofá leyendo una revista, cuando escuchó el timbre de la puerta y levantándose casi enseguida de los pasos de su hermana Kara dirigiéndose a la misma.

Iba a incorporarse al sofá pero al oír la voz de Barry Allen cayó tumbada de nuevo.

Ella sabía lo que pensaba su hermana y por supuesto sabía también lo que sentía Barry Allen por su hermana Kara.

El hecho de que estuviera en el apartamento que ambas ocupaban indicaba que un objetivo muy concreto llevaba a Barry a ver a Kara.

Fue recibido y casi enseguida la pareja se encerró en una de las habitaciones.

Alexandra no dejó su lectura ni tampoco su comodidad en el acolchado mueble, aunque en el ambiente sonaba la radio y comenzara a sonar una de sus canciones favoritas, decidió apagar el aparato y tratar de continuar con su lectura aunque ya se avecinaba otra intromisión auditiva al otro lado de la puerta.
Y en efecto, casi enseguida comenzó el dialogo entre los dos.

- Te lo dije por teléfono, te lo dije el otro día en persona y vengo a repetírlo nuevamente Kara.  — empezó a decir, y era notable por su tono de voz el que intentaría luchar con su impotencia cargada.

- Es inútil cuando digas Barry. Y mira que tú si me gustas y te conozco bien... pero nunca me casaré antes de haber solucionado mi situación profesional. - afirmó de modo tajante. - Me falta un mes para terminar Química y después pienso hacer el máster e irme a Ciudad Nacional, para eso, estoy estudiando más de lo debido.

- Pero escucha Kara, escúchame bien. Soy científico forense y me he licenciado en Ciencias Biológicas. Trabajo en investigaciones del departamento de criminología de Ciudad Central, gano mejores recomendaciones que pensar en el más jugoso de los sueldos. Tengo 29 años y te quiero desde que te conozco en la facultad y sabes que tengo las mejores intenciones para contigo...

- Alto. No sigas, Barry.  — expresó con dureza.  — Si vas a nuevamente argumentar tu cariño hacia mi o de lo que vives, entonces, voy a darte razones por las cuales voy a mantener estatus de soltería pese a quien pese.

- Esta bien. Te escucho.

- Bien. ¿Te acuerdas de Samantha Arias?

- Si.  Es amiga de ambas. Me la presentaste en una oportunidad. Se mudó a Metrópolis no hace mucho, según me dijo Alex.

- Ella estudiaba Finanzas y también llevaba clases de un curso básico de Arquitectura. Cursaba el cuarto año y de repente, apareció Paulino Olivares y se enamoró de él como una tonta. Él le prometió que seguiría estudiando una vez ya casados, que se realizaría como un profesional y Samantha le creyó. Si dices que la conoces aunque sea de nombre, ¿Ignoras lo que ocurrió después?

Alex que escuchaba todo sonrió de forma sarcástica. Conocía muy bien la terquedad de Kara. Y por supuesto no desconocía en absoluto la situación de Samantha, porque además de buenas amigas, eran compañeras de trabajo y había sabido muchas de sus vivencias en los últimos 13 años... Y que quisiera o no, de esas vivencias de Samantha en cierto modo había marcado la vida de su hermana.

Sabía lo que iba a oír, pero prefirió prestar atención desde la comodidad de el sofá, y oírlo por segunda, tercera o quinta vez.

- Si no te acuerdas querido Barry, yo te lo voy a recordar.
Samantha se casó y a los 10 meses tuvo a su primera hija: Ruby.
Un año después, al segundo, y fue un varón. Luego, catorce meses más tarde tuvo val tercero... Y así hasta el quinto hijo cuando la pasión en la pareja se había enfriado.
¿Consecuencias? Samantha es una mujer defraudada y no hace mucho acaba de divorciarse después de años de larga burocracia en los juzgados de lo civil.
Paulino podrá ser un hombre muy bueno, cordial, muy trabajador, tendrá una posición desahogada y gane lo suficiente como para ser rico por muchos años... Pero Samantha quedó como un objeto para multiplicar descendencia y yo jamás seré un objeto como ella. ¿Te queda claro?