15.

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'Sí te vas, no voy a ir a buscarte.. Ya no más.'

...

— Emma..

Mí mirada estaba fija en la pantalla de mí móvil pero para ser sincera, no estaba ahí. Estaba como en un limbo.

No estaba prestando atención a nada ni a nadie, tenía mi cabeza de vuelta al pasado, los recuerdos me invadían, de vuelta a aquellas largas y duras noches de hace un año y seis meses.

De aquel momento del cuál tuve que salir adelante, pero sola..

Y Justin, él..

No estaba conmigo, ni estaba protegiendome cómo lo ha dicho millones de veces. No estaba arriesgando su vida cómo también lo ha dicho.

En mí mente vagaba la imagen de mí Justin persiguiendo a Rose para terminar con todo esto que nos separó desde un principio, luchando por nosotros.

Pero la realidad pega más fuerte cuándo toda esa idea se reemplaza con la imagen de él en la cama con ella.

— Nena.. — Podía sentir su cuerpo pegado al mío y sus manos en mis mejillas tratando de hacer qué reaccione pero no lo hago. No podía moverme y quería hacerlo, quería gritarle, quería decirle qué me dejará en paz, qué nada de lo qué diga va a funcionar.

Pero nada salía de mí, tenía la garganta seca, las manos me temblaban tanto qué sentí como mí móvil se resbala de ellas y escuche cómo hacía impacto en el suelo.

Las lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas, y me arme de valor para levantar la mirada y conectarla con la de él.

Tan cerca, con esos ojos qué pasaron de estar negros a su color natural, miel. Aquellos qué demostraban miedo, y estaban cristalizados pero me negaba a creer qué iba a llorar.

Llorar es tener sentimientos, y Justin no los tiene.

Cuándo la tristeza empezó a desvanecerse y ser reemplazada con rabia, limpie las lágrimas y puse todo el odio en mis palabras.

— Ryan, por favor preparame un coche.  — Fue lo único qué me límite a decir mientras lo miraba y él frunció el ceño de inmediato.

Realmente no quería hacer de esto una discusión dónde Justin puede darle el giro a las cosas y manipular para su propio beneficio.

— ¡Tú no vas a ninguna maldita parte! — Ignore su arrebato de posesión y pase por su lado tropezando hombro con hombro.

Pero se negaba a dejarme ir ya qué agarro mí brazo y lo sujeto con fuerza.

— Preciosa, creo qué no entiendes qué tienes la obligación de ir conmigo.

Esta vez hablo Tony, y le dediqué la misma mirada de odio.

— Le he dicho absolutamente todo lo qué sé a su sobrino, él mismo puede informarle.

Me voltee para hacerle frente a Justin. Me dolía, me dolía la forma en la qué me miraba pero eso no iba a impedir nada.

Había dicho qué yo no era la misma de antes, y este es el momento de demostrárselo.

— Tengo qué irme, así qué suéltame ahora mismo. — Intente forcejear con él pero sólo hizo qué su agarré aumentará la fuerza. — Me estás lastimando.

Jadee del dolor y cuándo se dio cuenta, me soltó de golpe dejándome una marca roja qué estaba consciente qué estaba por convertirse en un moretón.

— No quiero hacer nada de esto pero no te vas a ir.

— ¡A mí no me interesa lo qué tu digas, me voy porqué se me da la gana! — Golpee su pecho aunque no se movió. Empecé a caminar hasta estar dentro de la casa y subir a la habitación dónde estaban mis cosas.

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