Uneven | Julian Draxler.

19

CAPÍTULO 19 | Miedo.

Cuando el beso se vuelve conocido y no tan sorpresivo, los hombros de Lía se relajan y decide dejarse llevar por la acción de Julian en dar el primer paso y besarla. Las manos frías de ella lentamente se elevan para dejarla descansar casi con vergüenza en los hombros anchos del jugador, mientras que Julian con precaución bajaba una mano para dejarla en su cintura.

Por la necesidad de tomar aire cortan solo por un segundo el beso para volver a besarse nuevamente en una diferente posición.

Todo parecía mágico en ese momento, para Lia raro que Julian tomará la iniciativa de besarla, aunque no se quejaba, ella más que nadie quería volver a besarlo y confirmar que realmente le sucedía algo con el jugador.

Las manos de Julián acunaba con mucha delicadeza las mejillas de Lía, en ese momento sintió algo también, el querer tratarla con delicadeza y ser dulce o mejor dicho mostrarse con esas acciones lo llevaban a pensar que no era como él creía anteriormente... Podría llegar a sentir algo por ella, pero ¿Algo fuerte? ¿O solo por aquel momento?

Los labios del alemán con cuidado fueron soltando los de ella para abrir sus ojos y encontrarse con los de ella aún cerrados, observo rápidamente el color negro intenso que llevaba de sombra y que no negaba que le quedaba bien, es más era la primera vez que veía a Lia con maquillaje algo cargado.

Finalmente Lia logra abrir sus ojos lentamente aturdida por aquel beso sorpresivo para encontrar los ojos de Draxler examinandóla de una forma seria, ignorando esto y con los nervios de punta por el momento o no saber qué decir después aquello muerde inconscientemente su labio inferior.

—¿Y eso? —susurro apenas con valentía, insistiendo—. ¿Que fue?

Pase a no tener una respuesta de Julian, que solo la miraba Lia todavía seguía sumergida en la alfombra donde ella literalmente había volado con aquel beso.

Pero era como si alemán se había quedado tildado, porque no había soltado ninguna palabra ni siquiera cambiado su gesto o hablarle gestualmente, Lia supo que algo andaba mal y que esa mirada no era lo que ella deseaba que pasará después del beso.

Hasta que Julian por fin pudo decir algo.

—Perdón, Lia. —susurra confundido, claramente confundiendo más a la chica al volver a repetirlo—. Perdón...

Y descolocandola por completo soltó su rostro para retroceder y salir de aquella grande terraza que brindaba un espectáculo de luces hacia el jardín y también a algunas estrellas.

Confundida por la huida repentina del jugador se quedó con los brazos sueltos a lado de su cuerpo observando rápidamente hacía las afuera y volviendo a seguir con la mirada a Julian, quién ya se había perdido entre tantas personas dentro.

—¿Que carajos paso? —se pregunto confundida.

Y también dejándola pensar en que si había dicho algo malo o peor, si lo había besado mal.