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CAPÍTULO 22 |Cumpleaños feliz

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CAPÍTULO 22 |Cumpleaños feliz.


Lia.

—¿Qué hago con estas bolsas? —al girarme me encuentro con mi madre con los restos de latas y basuras dentro de aquellas bolsas.

Eso fue lo que dejó mi “tranquila” reunión por mí festejo de 23 años arreglado por Kristi, que claro de tranquilo no fue pero tenía suerte de haberlo terminado antes de las once y media.

Cierro el grifo para secarme las manos y negar.

—Dejalo en la puerta, ya los saco afuera. —decido y le agradezco, pregunto—. ¿Papá?

—Está en el balcón recogiendo los vasos. —avisa y decido ir a ayudarlo, en el camino me cruzo a Kristine que se encargaba de colocar los aperitivos que sobraron en un platón grande plata, traído exclusivamente por mi mamá, claro.

—¡Más rápido, mueve esas manos mamá! —grito jodiendola al pasar.

Ella me mira y vira sus ojos, me hace reír y cuando llego al balcón papá ya salía con los vasos avisándome:

—Ya está todo.

Asiento y me quedo parada ahí mismo observando mi departamento, bien no había botellas o platos de comida pero todavía tenía que usar la aspiradora, lamentablemente.

—¡Voy a sacar la basura! —aviso como si les importará, pero también era una excusa para tomar un poco de aire puro.

Busco los guantes de limpieza y después tomo mi celular y agarró las dos bolsas de basura para bajar por las escaleras mientras que me quejo sola.

—Dios, quién puede tomar tanto...

Por suerte, mi portero favorito, a quién le di un trozo del pastel que hizo mi mamá me abre el portón para que las sacará sin descaderarme, romperme o provocarme un esguince yo sola con estas sandalias altas. Subo las dos bolsas al espacio para dejar la basura y me sacó los guantes para atarlos encima de la manija de la bolsa.

Me sacudo las manos una vez más y saco mi celular del único lugar donde podía traerlo, de entre mis tetas, literal.

Marcaban las once y media y la noche de París es fría, y sé que en eso falle. Había bajado sin un abrigo y yo solo estaba en un vestido de seda negro, reviso mis mensajes y  miento si digo que no busco en especial de él.

Estos días que estaba afuera por la gira FIFA habíamos hablado por Whatsapp, algo anormal, ya que no estuvimos peleando sino actuando como lo que somos: personas adultas. Eso me había emocionado, algo, me hacía entender que era verdad que quería que nos llevemos bien... Al parecer Draxler tenía un poco de corazón y que podía llevarse bien con otra mujer, a pesar que una le había roto el corazón.

Bloqueó mi celular para descargar nuevamente peso en un inhaló y exhaló para volver con mis padres y Kristi, miro mi vecindario tranquilo y giro sobre mis pies para caminar hacía el portón de mi edificio.

Uneven | Julian Draxler.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon