HP Shipps - One Shots.

O8: Girls Like Girls.

Pansy Parkinson y Hermione Granger comenzaron a asistir a las Escuela de Magia y Hechicería  Hogwarts el 1 de septiembre de 1, 991. 

Ambas niñas con diferentes ideales,  diferentes intereses, diferentes estatus de sangre,  diferentes estatus económico,  crianza e infancia,  siendo dos polos completamente opuestos pero al final,  siendo lo opuesto lo que se atrae como imán al metal. 

Era esa noche cuando todos los niños estaban nerviosos,  emocionados pero también intrigados, aquellos  estudiantes de Hogwarts caminaban hacia el gran comedor,  una azabache de cabello brilloso, sedoso y corto cuáles órbitas oculares eran del más perfecto verde incandescente asemejado a la misma piedra preciosa Esmeralda, iba tan distraída, cautivada y anonada sus labios rosas entreabiertos por las velas que quedaban suspendidos en aquel techo del salón hasta que una chillona y febril voz llego hasta uno de sus oidos, giro la cabeza con rapidez y se percató de una castaña morena a su lado, con el cabello tan salvaje parecía de escoba.

—En realidad el techo esta encantado,  lo lei en el libro de Historia de Hogwarts. —

Aquella manera que había hecho mención de lo que sabia, le pareció cautivante en la manera que lo había hecho, como ese porte sutil de presension se presentaba en la niña de cabello de escobas,  ¿ Y si iba a Slytherin como ella? Podrían ser amigas,  si grandes amigas,  lo único que pudo atinar Pansy Parkinson, fue devolverle la respuesta con una suave sonrisa. 

Pero no todo en la vida es como lo deseas,  porque aquella pequeña ilusión de la azabache niña se había roto al instante que la profesora había llamado por su nombre a la niña de cabellos de escobas.

“ Hermione Granger...  Se llamaba Hermione Granger...  Pero había quedado en Gryffindor”.

Aquella castaña de cabellos indomables no entendía porque Pansy Parkinson se empañaba en molestarla tanto a ella,  pero la dejaba pasar, como hacia cada vez que leía cada pagina de los libros polvorientos que se hundía hasta el cansancio,  pero de manera inevitable le dolia, le dolia muy en el fondo las burlas de esa azabache hacia ella  más específicamente que le llamase...

«Sangre Sucia»

Por el pasillo,  ese segundo año cada vez que se la encontraba junto al pedante de Malfoy. 

Pansy Parkinson ;no sabía si era correcto  a pesar de las burlas hacia la castaña hija de muggles,  a pesar de ser  Hermione Granger una insoportable sabelotodo, simpatizante de Potter y Weasley,  a pesar de que fuese de la casa que más odiaba de todas, cuando se entero de los ataques del monstruo que albergaba la cámara de los secretos y fue la Gryffindor petrificada,  se hizo espacio angustiada para ir a verla en ese estado,  cuando Potter o Weasley no estaban, cuando Malfoy no la vigilaba de cerca,  la acompañó de manera silenciosa en la enfermería acariciando sus manos congeladas y unas palabras de una niña confundida como arrepentida profirieron sus labios.

— Eres una sabelotodo insoportable,  con un horrendo gusto al vestir, no eres nada linda, con siempre cara de ñoña,  eres hija de Muggles y lo peor una Gryffindor, aunque te molesto y me burlo,  la primera vez que te hiciste notable cuando me hablaste pensé que podríamos ser amigas pero el destino no lo quiere así,  te odio Granger.  —

Y las saladas lágrimas recorrían las mejillas de Granger,  luego de esa estúpida discusión con Ronald  arruinandole su noche con Krum,  por sus irracionales celos, se suponía que ese baile de Navidad debería ser perfecto,  pero no todo en la vida lo era,  nunca lo era,  se hundió en las escaleras con su vestido pomposo y azul que se había esmerado en verse bonita pero ya no tenia gracia, aquel maquillaje había sido arruinado y todo su vestir por igual, estaba hecha un desastre,  no era la única desdichada entre las escaleras de ese lugar.