O4

6.5K 1K 630
                                    

Esa noche luego de despedirme de mis padres por el fin de semana, y decirles que iba a pasar la noche en casa de Yoongi, lo cual era mentira; fui a un restaurante francés donde tendría mi cita con Taehyung. Era caro, pero el dinero no era problema para un tipo como él.

Exploré las mesas hasta que mis ojos se posaron en Tae que se encontraba mirando la pantalla de su teléfono; con una sonrisa en mi cara me acerqué a él y me deslice en el asiento.

Taehyung sonrió y guardo su teléfono. Se inclinó sobre la mesa plantando un beso en mi mejilla —Hola, cielo.

—Hola — contesté sonriendo.

Miré alrededor del restaurante rápidamente y tomé el menú. Un camarero vino y nos sonrió.

—¿Qué puedo ofrecerles?

Él tomó nuestros pedidos y nos dejó hablar, decidí usar ese descanso para hacerle unas preguntas a Tae sobre Jungkook. Para ser honesto, tenía curiosidad acerca de cómo era Jungkook cuando vivo.

—Tae... — dije en voz baja — ¿Puedo preguntarte algo?

Frunció el ceño —Por supuesto, Minnie. ¿Qué sucede?

—¿Cómo era Jungkook?

Taehyung se enderezó en su asiento y aspiró una respiración brusca — ¿Qué quieres decir?

—No quiero entrometerme, sólo quería saber qué tipo de persona era Jungkook.

—Jungkook era... Jungkook. No hay ninguna palabra para describirlo. Él era el tipo de hombre que rompía los corazones de las chicas, pero si amaba a alguien se mantenía fiel. Era fuerte y honesto. Un sabelotodo.

Creo que la parte de «Sabelotodo» y «Rompía el corazón de las chicas» Era lo único que podía imaginar de Jungkook.

— ¿Tenía enemigos? — Le pregunté — ¿Alguna persona que lo odiara?

En ese momento el camarero volvió con nuestras bebidas, y nos aseguró que nuestra comida ya iba a estar lista. Le dimos las gracias y luego me volví a los ojos de Taehyung.

Él resopló y le dió un sorbo a su bebida —Jungkook definitivamente no estaba en escasez de enemigos.

— ¿Qué quieres decir con eso?

—Jungkook era el chico más popular de la escuela. Guapo, las chicas lo amaban, los chicos lo tenía como su crush en secreto. Tenía amigos, y era mariscal de campo, por supuesto que la gente le tenía envidia; y algunos lo odiaban por el hecho de que él lo tenía todo.

¿La gente realmente podía matarlo sólo por tenerlo todo? No quería creer que las personas hicieran eso por tales razones superficiales, pero creo que cuando las personas están celosas y desesperadas eran capaces de todo.

— ¿Había alguien que lo odiara mucho?

Taehyung se echó a reír — ¿Qué es esto? ¿Las veinte preguntas?

 —Sólo quería saber acerca de Jungkook — me encogí de hombros — eso es todo.

—Él era un tipo increíble. Estoy seguro que si te hubiera llegado a conocer ya te habría gustado.

Me reí de su comentario y nuestra comida pronto llegó.

Por último escuché a Taehyung susurrar —Jungkook era Jungkook.

Luego de la cena, Tae me llevó a su casa. Entramos a su habitación, que era muy moderna. Todo blanco y negro. Fotografías adornaban la pared en marcos dorados, tenía un escritorio de acero con libros de estudio.

Me senté en su cama y él a mi lado — ¿Estás bien?

—Sí, ¿Por qué?

Se encogió de hombros —Has estado muy distraído los últimos días.

—Estoy bien, TaeTae. No es nada.

—Bien. Ahora, pregunta rápida. ¿Tienes a alguien que te cubra?

—Sí, Hoseok cree que estoy con Yoongi.

— ¿Y no está tu familia que interrumpa nuestro momento?

—Claro que no.

Él me sonrió y luego llevó sus labios sobre míos, una de sus manos de deslizan detrás de mi cabeza y la otra en mi cintura.

Mariposas estallaron en mi estómago y mis manos se entrelazan alrededor de su cuello sellando cualquier espacio entre nosotros.

Nuestros labios se movían en perfecta sincronización, y cuando el beso se profundizó me deje caer lentamente en la cama. Mis manos recorrieron su cuerpo. Sentí sus manos bajar la cremallera de mi pantalón. Sus labios se deslizaron a mi cuello mordiendo mi piel suavemente.

Pero.

Por un segundo juro que vi la cara de Jungkook...

 De ninguna manera.

No había forma que pudiera estar pensando en un chico que apenas conocía y que está muerto, mientras mi novio a quien amo y adoro estaba haciendo esto.

—Tae — susurré.

— ¿Hm?

— ¿Qué crees que le pasó a Jungkook?

— ¿Qué?

—Bueno algo le debió haber pasado para desaparecer así.

—No lo sé. Tal vez lo secuestraron o escapó. No sé.

Volvió a besarme queriendo detener la conversación, pero no podía dejar de pensar en el misterio de Jungkook.

— ¿Dices que huyó?

—Mira, cielo. Tú eres todo lo quiero, pero hablar de mi mejor amigo muerto mientras estoy tratando de estar contigo me incomoda.

—Lo sé, lo siento. Pero de verdad quiero saber qué pasó.

—Como dije, no sé lo que pasó.

—Sí, claro — oí una voz, y salté por debajo de Taehyung.

— ¿Qué pasa, Minnie?

—Sí, Minnie — otra vez esa voz — ¿Qué pasa?

Gruñí cuando vi a Jungkook flotar tranquilamente en el techo.

Taehyung salió de encima de mí y se sentó — ¿Oíste eso?

— ¿Qué?

—Juro que escuché... — él sacudió la cabeza —. No importa, es sólo mi imaginación.

—Está bien — dije, no queriendo empujarlo más al tema.

Él se dio la vuelta y siguió besándome, pero créeme, besar a alguien frente al chico que apareció en tu habitación hace dos noches es incómodo.

Sentí perder el equilibrio y me caí hacia el lado.

— ¡Ay! — gemí levantándome y frotando el área que golpeé. Miré el techo donde Jungkook estaba sonriendo como idiota con los brazos cruzados sobre el pecho diabólicamente. La forma en la que sonreía dejaba en claro que él fue el causante de la caída.

Taehyung me miró y luego miró el techo. El rostro de Jungkook se transformó en uno de confusión, y de repente desapareció tan rápido como había llegado.

— ¿Qué acaba de pasar? — dijo Taehyung.

—Me tengo que ir — dije acomodando mi ropa.

—Está bien... — Taehyung aún parecía desconcertado — Llámame.

Asentí con la cabeza y salí cerrando la puerta suavemente detrás de mí.

—Jungkook, maldito asno — murmuré en voz baja — eres tan... Tan... ¡Muerto!

Hasta que la muerte nos separe 죽음 "Kookmin"Where stories live. Discover now