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No vi a Jungkook durante los próximos días.

Me encantaría decir que me siento fuerte e independiente, pero estaría mintiendo.

Miré por todos lados. Quería verlo y puesto que los fantasmas no llevan teléfonos; no sabía de qué manera verlo a menos que él quisiera volver a mí.

Ocupé mi tiempo en continuar hablando con TaeHyung y tratar de que al fin confiese. Nada que no haya escuchado antes, realmente parecía inocente.

Su abstinencia en admitir que mató a Jungkook me está volviendo loco y me estoy quedando sin ideas.

Estaba tan desesperado que fui demasiado obvio.

TaeHyung y yo estábamos sentados juntos en el almuerzo, él tenía su brazo alrededor de mis hombros. Fingía escuchar lo que me decía acerca de su práctica de fútbol; estaba demasiado ocupado pensando en Jungkook, ¿Qué estará haciendo? ¿Pensará en mí? ¿Cómo voy a hacer que TaeHyung admita que asesinó a Jungkook?

Estaba cada vez más desesperado, hasta que finalmente miré a TaeHyung con ojos suplicantes.

— ¿Sucede algo, bebé?

—Tu confías en mí, ¿Cierto?

Él me dio un beso en los labios y susurró — Por supuesto que sí.

—Me dirías si haces algo malo, ¿Verdad? ¿Confías lo suficiente en mí para decirme?

Trago saliva espesa y sus ojos reflejaron sospecha — ¿De qué estás hablando, JiMin?

—Nada. — Tartamudeé evitando su mirada — sólo preguntaba.

—Te diría si algo malo ocurre. — Besó mi mejilla — lo prometo.

Mentiroso.

Sonreí y seguí comiendo mi almuerzo. Justo en ese momento, Yoongi y Hoseok llegaron junto a dos amigos de TaeHyung.

Y así se fue otra oportunidad de hacerle confesar a TaeHyung.

Él tenía diecinueve años, por Dios. Él no era un asesino profesional, ¿Por qué era tan difícil recibir una confesión?

Y en la tercera noche sin Jungkook, sentía perder la cabeza. Él me había dicho que no habían demasiados lugares donde ir, ¿Y si encontró un lugar mejor que mi habitación? No era como si hubiese muchos lugares para un tipo como Jungkook; a menos que haya encontrado a un lindo chico fantasma.

Ese pensamiento me hizo querer llorar.

Me encontraba acostado en mi cama mirando el techo. La habitación de un momento a otro se volvió fría. Un resplandor espectral llenó el cuarto.

Sabía que estaba de vuelta.

Todas las noches anteriores donde imaginaba su regreso, pensé en lanzarme a sus brazos rogándole que no me deje de nuevo. Pensé que habría algún tipo de reencuentro romántico, donde él me abraza fuerte y yo le pido disculpas.

Pero en lugar de saltar de la cama y abrazarlo, me quedé donde estaba. ¿Por qué tendría que hacerlo? Él fue quien desapareció. Él me insulto y él debería disculparse primero.

— ¿JiMin? — preguntó en voz baja.

Mantuve mis ojos firmemente cerrados.

—Vamos, JiMin. Sé que estás despierto.

Trague saliva y apreté la mandíbula; mis ojos se abrieron mirando los números cuadrados de mi despertador.

— ¿No quieres hablar? Bien, entonces escúchame.

Hubo un momento de silencio.

—Cuando me fui, caminé pensando en todo lo que pasó y me hizo darme cuenta que fui un idiota. No debí tratarte así. Estabas en lo correcto, yo no quería besarte — mi corazón dolió. — Tome el camino equivocado, JiMin.

Reflexioné a través de todo lo que acaba de decir. Yo aún lo quería, y no lo iba a abandonar así como así.

—No sé qué más decir, ¿Quieres que me ponga de rodillas y te ruegue? Porque yo haría eso por ti, JiMin. ¿Quieres que haga tus tareas? ¿Un masaje en la espalda? Haré lo que quieras, pero, por favor, perdóname.

Luché para reprimir una sonrisa. En cuanto a disculpas, estas fueron las mejores que he oído.

— ¿Vas a seguir sin hablarme? — preguntó — Está bien, si así quieres jugar.

Sentí la cama vibrar y de repente él arrancó la cama y voló.

Me afirmé y me levantó hasta la parte superior de mi techo como si estuviera en un viaje de alfombra mágica. Fue increíble, podía ver cada parte de mi habitación, que parecía más grande.

Y luego me dejó caer. Lo digo en serio. En un minuto yo estaba en la cima del mundo, sintiendo como si volará, y al minuto siguiente estoy cayendo; pero al instante me mantuve flotando diez pies del suelo.

Mi corazón estaba en la garganta y mi cabeza nadando nauseabundamente mientras caía. Cerré los ojos preparándome para el dolor.

No sentí el dolor, ¿Estaba muerto?

Abrí los ojos para encontrarme a Jungkook cerca —Nunca te dejaré caer, JiMin. —me tranquilizó con una sonrisa — Nunca.

Estaba a punto de sonreír como tonto cuando recordé mi enojo hacia él y esquivé su mirada.

—Bien, creo que vamos a seguir jugando. — se burló, y nuevamente todo parecía moverse.

—Si intentas otro truco fantasmal juro que no vas a volver a ver la luz del sol.

Todo dejó de moverse — Irónico ya que estoy muerto.

—Lo sé.

— ¿Me perdonas?

—No sé. Quiero decir, tú no puedes huir cada vez que peleamos. No es justo, no puedes seguir huyendo de tus problemas.

—Lo siento, fue una estupidez.

—Fue. — Estuve de acuerdo — Realmente pensé que estábamos llegando a alguna parte. Pero entonces desapareces y no me dejas hablar las cosas, me quedé solo esperando que vuelvas. No sé si encontraste a alguien que pueda ayudarte o encontraste otro fantasma o simplemente...

Pero nunca tuve la oportunidad de continuar mi pequeña charla incoherente, porque lo siguiente que supe fue que Jungkook me estaba besando.

🍒

GRITÉ WE NOMAMES

Hasta que la muerte nos separe 죽음 "Kookmin"Where stories live. Discover now