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Caí en estado de coma.

Al menos, eso es lo que me dijeron cuando desperté en el hospital.

Trataron de explicarme, pero era todo tan confuso. Me decían un montón de palabras que no conocía como: Atrofia o Vestigial.

Si lo ponemos en términos simples, al parecer la bala no había sido un tiro limpio y quedó en el músculo de mi hombro; lo que significa que tenían que extirparlo quirúrgicamente y corría el riesgo de un paro cardíaco.

El tiempo que estuve en el hospital, mi corazón se detuvo una vez y después de la RCP me llevaron a la sala de operaciones donde me perdieron un par de veces, pero se las arreglaron para traerme de vuelta. Después de eso, me llevaron a la unidad de Cuidados Intensivos, donde me pusieron en terapia.

Tres horas más tarde caí en coma.

Mucho de eso no tenía sentido para mí, pero también mencionaron el hecho de que todavía tenía pleno uso de mi brazo izquierdo.

TaeHyung estaría recibiendo diez años por asesinato e intento de asesinato; incluso podría arriesgar cadena perpetua.

Luego pensé en Jungkook: ¿Debí haber hecho más? ¿Por qué no tuve una última oportunidad y decirle que lo amaba? ¿Qué estará haciendo en este momento?

Me dejaron salir del hospital una semana después. Traía yeso, tenía que mantener mi brazo elevado durante las próximas seis semanas.

Hoseok estaba esperando en el vestíbulo del hospital, una vez que me vio me abrazó no tan fuerte — JiMin. — Susurró — gracias a Dios estás bien.

—Estoy bien — le dije débilmente.

Mantuvo su brazo envuelto alrededor de mi cintura. Mi madre y mi padre parecían decididos a estar conmigo en todo momento. Estaban haciendo su deber, pero no me gusta, me sentía bien estando solo. Estaré sonando mal agradecido pero no quiero que se preocupen por mí o sientan culpa.

—Yoongi quiere verte. — dijo Hoseok mientras me ayudaba a subir al asiento trasero y mis padres como conductores.

—Apuesto que sí.

Miré por la ventana; TaeHyung fue encerrado en la cárcel, yo todavía estaba con vida, se había hecho justicia por la muerte de Jungkook y él ahora estaba en un lugar mejor, sin estar atado a un mundo, sin ser visto por los que él amaba.

¿Cuál era el sentido de seguir con vida si la única razón por la cual sobreviví se ha ido?

— ¿Puedes ver fantasmas, cierto?

Fue lo primero que dijo Yoongi cuando entró a mi habitación a la mañana siguiente y eso era lo último que esperaba que dijera. Él mantuvo su voz baja y sólo hablo después de cerrar la puerta.

No, eso es imposible.

—No soy estúpido, JiMin. — Respondió apoyándose en la puerta dejando escapar un suspiro — Me tomó tiempo, pero me doy cuenta ahora. Puedes ver fantasmas.

—Yoongi... — dije, pero parecía que él no estaba a la espera de una respuesta, así que continúo.

—Quiero decir, siempre estuviste interesado por la muerte de Jungkook. Siempre preguntando por él, siempre tratando de obtener más información. Puedes verlo, ¿No? Tú sabías que lo mató TaeHyung. Él te lo dijo, es por eso que TaeHyung se tiraba a sí mismo y no parabas de gritar Jungkook. Él estaba allí, ¿Cierto?

Me debatí en decirle que era una locura, pero decidí no hacerlo. Ya lo sabía, parecía normal, aunque estaba serio y un poco desconcertado.

—Sí. — le contesté — Sí, puedo ver fantasmas.

Hasta que la muerte nos separe 죽음 "Kookmin"Where stories live. Discover now