Cheque en blanco

32 9 5
                                    

A veces me pregunto si hay alguien que los comprenda, o que les dé un consejo. Sé lo que es estar sola y sé también lo que es tener en duda tu amor propio. Por eso hoy les compartiré una enseñanza que tuve hace unos meses gracias a mi padre:

-Hija, sabes que vales mucho, ¿verdad?

-Sí, papá.

-Es muy bueno que lo sepas, pero habrá personas que no te darán el mismo valor.
«Tu corazón es como un cheque. Tú puedes darle el valor que tú quieras. Si tú te amas, te pondrás el valor más alto; pero si tú no te amas, tu cheque puede estar vacío.

«¿Sabes qué pasa cuando le entregas un cheque en blanco a alguien? Él le puede dar el valor que le venga en gana. Nunca dejes que nadie te dé un valor mínimo porque tú, mi niña, no te lo mereces. Y él no se merece tener algo tan valioso como tú. Si tú le das tu corazón a alguien, espero que lo atesore con todas sus fuerzas. Aun, cuando fuese así, por favor, nunca bajes tú misma tu valor.

Nuestros corazones son como los cheques, muchachos.

Todos merecemos que nos pongan tantos números como estrellas en el cielo.

Nunca permitamos que hagan con nosotros lo que quieran.

Valemos más de lo que pensamos.

Nuestro valor lo definimos nosotros.

Con cariño, Fer.

Hablemos con el corazónWhere stories live. Discover now