En un baúl llamado corazón 7

21 8 15
                                    

En un baúl llamado corazón guardo el recuerdo de la inseguridad con la que sobreviví -porque eso no es vivir- hace unos años atrás.

Los comentarios de parte de mis compañeros sobre mi apariencia siempre provocaron que bajara la mirada.

Exponer ante ellos algún trabajo era un acto que necesitaba mucho valor, el cual no solía tener.

La mera idea de que alguien se fijara en mí era inverosímil.

Los días llegaban a ser tan deprimentes cuando caía en cuenta que no tenía a nadie para hacerlos divertidos.

Tal vez suene cliché, pero me sumergí tanto en mis libros que no sabía si era porque no quería convivir con nadie o porque en sus hojas podía vivir las historias más increíbles. La segunda opción tomó mucha fuerza, hasta que me creí sinceramente que yo podía vivir cada aventura que quisiera porque nadie en este mundo me pararía.

Poco a poco la confianza en mí misma creció.

Ahora me siento bien.

Sí, hay días en que me siento sin ganas pero, después de sacar lo que siento, necesito volver a estar tranquila.

Tengo motivos para sonreír pero si no lo hago por mí, de nada sirve.

Guardo este recuerdo por dos razones.
1. No olvidaré quien fui, porque esto me ayuda a ser mejor cada día y para no caer en lo mismo.

2. Porque no quiero que nadie más se sienta mal. Sé que está en cada uno la decisión de como sentirse pero si yo puedo hacer algo por ustedes, lo haré.

Hablemos con el corazónWhere stories live. Discover now