Observó sorprendida aquella escena, sintiendo sus mejillas quemar, y luego su cuerpo. Llevaban ya viviendo un mes con Boit en el departamento, y aunque la doctora les había dando el visto bueno para volver a su hogar si quisieran, Kiha había preferido quedarse un tiempo más allí.
Era costumbre dormir juntos, y que ella se quedara hasta altas horas de la madrugada viendo televisión. Pero esta vez, se había encontrado con una película bastante... "Reveladora"
Sintió un cosquilleo en su vientre, y juntó sus muslos entre sí.
—B-Boit, Boit —lo llamó, sacudiéndolo levemente.
—¿Qué? —balbuceó dormido.
—¿Por qué... Por qué los humanos hacen películas teniendo sexo? —le preguntó en un tono incómodo, sintiéndose extraña.
—¿Eh?
Encendió nuevamente la televisión, y el castaño se sentó en la cama, al escuchar los gemidos exagerados de una mujer. Giró su rostro, y miró confundido a Kiha, quitándole el mando para bajarle el volumen.
—¿Por qué hacen películas teniendo sexo? —repitió.
—Bueno, em... Las personas hacen este tipo de películas para excitar al receptor —explicó, intentando encontrar las palabras adecuadas para que ella entendiera—. Es decir, para que quien lo mire, también se excite, que tenga ganas de tener sexo.
—¿Por qué?
—Porque el sexo es bueno, se siente bien.
—Boit.
—¿Qué?
Ella miró hacia abajo, sin saber cómo decirle. Durante el celo, sólo había actuado producto de su propio estado. Pero ahora, quería que Boit volviera a tocarla y hacer lo mismo que aquella vez... Sólo que no sabía cómo decírselo.
Él la observó curioso, y luego miró la película. Si tan sólo fuera un macho de su especie, sabría sin tener que preguntárselo que quería.
—¿Quieres hacerlo? —le preguntó en un tono bajo, inseguro.
Ella asintió con la cabeza, tirando sus orejitas hacia abajo. Y al ver aquella expresión tan tierna, sumisa, fue suficiente para tomarla del rostro y besarla, y que ella le correspondiera.
Se movió en la cama para colocarse encima de ella, y le separó los muslos, acariciándola, sintiendo como ella pasaba suavemente sus manos por su espalda.
Bajó a su cuello, y subió con lentas caricias el camisón que llevaba puesto, para quitárselo, y dejarla sólo en ropa interior.
—Boit.
Besó su boca, y se inclinó hacia adelante, chocando su entrepierna con la de ella, escuchándola jadear, antes de separarse.
—Hazlo ahora —le pidió tomándolo de lo hombros.
—¿Qué te penetre?
La castaña asintió con la cabeza, ansiosa. Sí, se sentía bien los juegos previos, pero ella quería hacerlo ya, no quería seguir perdiendo el tiempo.
Boit sonrió divertido, y colocó un almohadón detrás del respaldo de la cama, ante la atenta mirada de Kiha.
—¿Para qué es eso?
—Para no poner celosos a los vecinos, cuando nos escuchen follar —sonrió travieso, antes de volver a besarla, e ir bajándose el boxer.
***
—Bien, hazlo como te enseñé —sonrió, entregándole el celular.
Estaban ambos en la cama, ella sentada entre los muslos de él, desnudos, sólo tapados con las sábanas.
—Lo enciendo con éste —le dijo apretando un botón que estaba al costado del celular—. Y luego espero.
—Ajá —sonrió, besándole uno de sus hombros, acariciándole suavemente la panza, subiendo hacia su abdomen—. ¿Y luego?
—Mm, entró aquí —pronunció tocando el icono de un teléfono—. Y luego en tu foto, y así puedo llamarte.
Un segundo celular comenzó a sonar en ese momento, que estaba sobre la mesa de noche del castaño.
—Así es, perfecto —le dijo abrazándola, estrechándola contra él.
—¿Por qué debes trabajar?
—Porque estamos viviendo aquí, y es una forma de devolver todo lo que han hecho por nosotros, por ayudarnos.
—Pero si volvemos a la selva, no tendrías que trabajar ¿Verdad?
—No, supongo que no. ¿Pero tú quieres volver a la selva? Creí que te gustaba aquí.
—Me gusta aquí, no me gusta que debas irte.
—¿Vas a extrañarme?
Asintió con la cabeza, mirando el resto de las aplicaciones del celular. Boit sonrió suavemente, y besó su cuello. Al pensar en regresar a la isla, imaginó que con quién estaría, era con Sula.
Se imaginó volver a vivir con sus padres, y luego con Sula, con quién formaría una hermosa familia, y tendrían ¿Dos? ¿Tres hijos? No lo sabía, sólo que quería tener hijos con ella.
Imaginó que después de tanto tiempo lo aceptarían, que finalmente podría sentir que pertenecía a algún lugar, que era querido... Qué no era simplemente el extraño.
Pero nada fue lo que creyó, nada ocurrió como él lo hubiese deseado... Y sin embargo, no se arrepentía de nada.
No sé arrepentía de tener entre sus brazos a otra mujer, que fuera con ella con quién quería continuar su vida. Qué fuera con ella quien quería volver a intentar tener hijos. Qué fuera ella quien lo había hecho sentir que tenía una familia, un hogar... Qué pertenecía a un lugar.
No sé arrepentía tampoco de haber convencido a Kiha para que se quedara en el hotel, alejada de su vida salvaje. Porque sabía que era una mujer fuerte, valiente, pero ya no quería que arriesgara su vida.
Sabía que la joven castaña había jurado vengarse de aquel tipo que había provocado que perdiera a sus bebés. Y también sabía que eso podría causar que él le perdiera a ella. Y Boit no quería perderla.
Kiha se estaba volviendo una pieza muy importante en su vida.
—Me gustaría conocer la nieve —le dijo mirando un vídeo desde el celular, de personas esquiando, jugando con la nieve, armando muñecos.
—Podríamos ir a conocerla.
—¿Me acompañarías?
—A donde sea que tú quieras ir, yo iré contigo.
—¿A la selva?
—Sí, volvería a selva por ti —sonrió—. Tendría que volver a acostumbrarme a vivir sin nada de todo esto, pero lo haría.
—¿Hasta cuándo, Boit? —le preguntó en un tono bajo.
—¿Cómo hasta cuándo?
—Sí, ¿Hasta cuándo fingirás que soy la mujer que quieres?
—¿Qué? ¿A qué te refieres con eso?
—¿Te sientes culpable por la pérdida de los bebés?
—No ¿Por qué piensas eso?
—Porque tú viniste aquí por Sula ¿Hasta cuándo te quedarás aquí? ¿Hasta que ella venga a buscarte?
...
Sé que dije que el anterior era el último .. pero no pude evitar escribir uno más! 😣😣 Aunque ahora sí, voy a dormir 😴❤️💕
