Capítulo 19

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"La médica observó la imagen, y siguió pasando el transductor, cerciorándose de que sólo se tratara de lo que estaba viendo.

—Sólo es uno ésta vez, creo que se debe a que no te encontrabas en tu época más fértil. Estás de muy pocas semanas, entre cuatro y cinco, con este equipo no se puede ser muy preciso. Quiero que vengas la semana que viene, y en un mes, te repetiré la ecografía para conocer el estado del embrión.

Kiha sólo tenía la vista borrosa en el monitor, con los ojos llenos de lágrimas.

—Imagino que tienes miedo por lo que ocurrió la última vez, pero esta vez no tiene porqué pasar lo mismo ¿De acuerdo? Te controlaré cada semana, y debes venir apenas notes que algo no está bien, o haya cambiado. Le enviaré las introducciones a tu pareja, él me dejó su número en caso de que tuviera que comunicarme por alguna urgencia —le dijo dándole unas servilletas para que se secara el gel de su abdomen, antes de tomar su celular.

—É-Él... No va a responder —le dijo en un tono bajo, tembloroso.

—¿Está trabajando? No te preocupes, puede verlo luego. O si quieres, y te sientes más segura, regresa con él mañana aquí. De todos modos te anotaré lo que tienes que hacer ahora."

Había vuelto al edificio, después de estar más de una hora sentada en el parque del hospital, sin saber que hacer. Boit no volvería, ya había perdido las esperanzas, y ella no tenía donde quedarse.

Golpeó la puerta del departamento de Giel, secándose las lágrimas del rostro. Y luego de varios intento, y esperar demasiado, el moreno se dignó a abrir la puerta, sonriendo despreocupado, sólo con una toalla atada en la cintura, y algo despeinado.

—Kiha, estoy algo ocupado ahora ¿Qué quieres?

—Hablar contigo.

—Oye, si es por lo de la otra vez, no te hagas problema, ya está. Podemos volver a vernos luego, te diría ahora, pero estoy con alguien más —sonrió travieso.

—Estoy embarazada.

La sonrisa se borró de su rostro, y salió del departamento, mirándola confundido, antes de fruncir el ceño.

—¿Y por qué me vienes a decir esto a mi?

—¿Cómo que por qué? Porque estoy embarazada de tí, Giel.

—Em, ¿Por qué tendría que creer que es mío?

—¿Hablas en serio? ¡Sólo me he acostado contigo en este tiempo! —exclamó derramando varias lágrimas.

—Baja la voz ¿Okay? —gruñó molesto—. Y yo no me creo eso. Ahora que el humano te dejó, yo no voy a hacerme cargo de tus problemas. Búscalo y dile la verdad, yo no soy niñero de nadie.

—Pero no es su hijo, es tuyo. Para el tiempo que tiene... Es imposible que sea de Boit.

Negó con la cabeza, abriendo la puerta de su departamento.

—Es imposible, tú no estabas en celo.

—¡Giel!

Le cerró la puerta en la cara, y la joven castaña le dio un puñetazo, frustrada, llorando sin saber que hacer.

***

La observó, y sonrió suavemente, antes de abrazarla con cuidado.

—Felicidades, en serio.

—Gracias Boit —sonrió—. ¿Qué ha sido de ti? Después de que te fuiste, no supe más nada.

—Yo... He intentando buscar mi lugar en el mundo.

—¿Y lo hallaste? —sonrió acariciando su pequeña pancita de tres meses.

—Sí, lo hallé en el asentamiento de machos —sonrió.

—Que bueno, aunque a mí me hubiese gustado que te quedaras conmigo.

—Sula... Creo que no estábamos destinados para estar juntos.

La morena se veía realmente hermosa, con su cabello largo y lacio cayendo hacia su espalda, y un vestido de tela fina, blanco, sujetado con un cordón rosa por debajo de sus pechos, que más marcaba su pequeña panza.

—Sí, creo que entenderse en la cama, no es lo único que importa —sonrió.

—¿Quién es el padre?

—Un macho del este, lo conocí luego de que tú te fueras. No iba a salir de la tribu, pero escuché que por la zona hay un centro de salud. Es mi primer bebé, y quiero saber cómo se encuentra, me dijeron que ahí podrían decírmelo.

—Sí, ve cuanto antes, para evitar cualquier inconveniente... Cuando antes te atiendas, mejor.

—¿Y tú, Boit? ¿No piensas tener hijos? Tú también ya estás grande —sonrió divertida.

El castaño sonrió levemente, y negó con la cabeza. No le contaría lo que había pasado con sus hijos, sólo le causaría más temor a Sula, que se la veía muy emocionada con su embarazo.

—No, yo tengo a Hammie, y con eso es suficiente.

***

Había pedido que le dieran una semana, para intentar buscar un trabajo. Pero lo cierto, es que Kiha no sabía de qué podía trabajar. No conocía sobre los trabajos de humanos.

Y Giel se había borrado completamente de su vida. Luego de la discusión que habían tenido, el muchacho se había ido al día siguiente, sin decirle nada, ni ayudarla.

El tiempo se le había acabado, y no tuvo más opción que irse. Y que dura le parecía la vida ahora fuera del edificio, sin saber a dónde ir, o donde quedarse.

Y ahora... Es cuando sentía que necesitaba uno de los abrazos de él, reconoció llorando amargamente, sentada en un tronco, a las afueras del asentamiento.

Ahora sí se sentía vulnerable, y necesitaba que alguien la abrazara, como él solía hacerlo. O que le dijera que todo iba a estar bien, que no estaba sola... Qué iban a encontrar una solución juntos.

Observó su celular, y lloró con angustia al ver la foto de Boit. Él no había respondido ninguno de los mensajes, ni atendido las llamadas.

"—Mira —sonrió mostrándole aquel aparato extraño, que parecía una mini televisión—. Esto es un celular, y sirve para que estemos comunicados. Tengo que empezar a trabajar, y no quiero estar sin comunicación contigo.

—¿Celular? —pronunció curiosa, tomándolo.

—Ajá, y agendé mi número —sonrió—. Tienes que hacerle con el dedo aquí —explicó haciéndolo él en el icono de un teléfono—. Y luego en mi foto, entonces yo te atenderé.

—Mm, está bien.

Sonrió suavemente, y la abrazó, besando su mejilla. Ambos estaban en la cama, él abrazándola por detrás, protectoramente.

—Todo estará bien ¿De acuerdo? Tú sólo llámame, no importa cuántas veces lo hagas, te contestaré."

Se abrazó así misma, y lloró de forma sonora, ¿Dónde estaba Boit? Lo necesitaba, lo necesitaba más que nunca... Ella ya no sabía qué hacer sola.

...

Hasta aquí por hoy bellezas ❤️💕

KihaWhere stories live. Discover now