XVII

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Los días pasaban rápidos en Queens, pareciera como si no tuvieses tiempo para hacer tus actividades, pareciera, porque para Harper no era así.

Los siguientes días pasaron muy lentos, y la tortura aún más.
Ella y Michelle se llevaban muy bien, pero no aún para ser mejores amigas, pero al menos la rubia no pasaba el receso sola, aunque Michelle también fuera una chica de pocas palabras.
Harper creía que era una pérdida de tiempo la escuela, ella no necesitaba asistir, con tan sólo leer un par de libros y una sencilla explicación de los profesores bastaba para sobrevivir. Michelle decía que Harper tenía la memoria de un elefante y la inteligencia de un búho.
Y eso que la niña aún no demostraba sus dotes físicos en la clase de deportes.

-¿Lees algún libro? -le preguntó Michelle mientras ambas caminaban a su mesa, Harper pensó en decirle que libros sobre las materias, pero en seguida Michelle le aclaró todo- y no quiero que digas trigonometria, física y todo eso.
-Entonces no
-¿Ninguno? -Harper negó enseguida mientras se sentaba en la banca de "su mesa".
-¿Que haces por las tardes?
-Nada
-¿Nada?
-Nada

Y era cierto, ella no hacía nada. Cuando la escuela acababa, Anne iba a recogerla, al llegar a casa su madre le servía la comida, comían juntas y luego Anne se iba a trabajar, y mientras Harper hacia nada. A veces veía la televisión, hacía su tarea o se ponía a ordenar su habitación que siempre se encontraba impecable.
Ella y Anne no tenían una relación muy estrecha, era cierto que Anne le mostraba ciertas muestras de cariño como abrazos cuando ella se quedaba a trabajar o un beso de buenas noches, pero no tenían conversaciones de hija y madre.

-¿No te aburres? -Harper asintió- acabo de terminar Orgullo y Prejuicio,  puedo prestartelo si quieres -Harper miró a Michelle unos segundos y luego al libro junto a la bandeja de la morena. Era cierto que a Harper le gustaba, pero el tema Orgullo y Prejuicio  sonaba muy aburrido.
-Esta bien
-Así se habla

Cuando la campana sonó toda la cafetería se fue vaciando poco a poco, Harper se despegó de Michelle un momento para ir a depositar la basura en su lugar, se encontró con aquel niño de dulce voz que había sido amable en la materia de trigonometria, cuyo nombre es Peter Parker, bañado de lo que parecía ser yogurt de uva o una cosa viscosa de color púrpura. Esto, sin duda, había sido obra de los chicos de último año.
Harper negó en cuanto escuchó como todos se reían, sintió unas ganas inmensas de golpear al responsable, pero se contuvo, ella no quería problemas, no aún.
Griffin se acercó a Peter y le ayudó a Peter a limpiar sus gafas que estaba cubiartas de aquella cosa viscosa.

-¿Te lastimaron? -Peter negó. Harper recogió algunas cosas que estaban en el piso, también cubiertas por la misma cosa, que claramente no era yogurt de uva, las limpió con un pañuelo y las guardó en la mochila de él, luego habló- podemos ir con el director y...
-¡No! -Peter dijo en seguida, sus mejillas se pusieron coloradas- digo, no gracias... Estoy bien.
-¿Seguro? -Peter asintió.
-Gracias por ayudarme
-No hay de que
La media sonrisa de Harper causó un cosquilleo en el estómago de Peter, ¿que era eso? ¿y por que lo sentía?
Peter tomó su mochila, que Harper sostenía, y de nuevo se sonrojo cuando hubo un pequeño contacto entre los dos.
Harper, sintiendose satisfecha, sacó otro pañuelo de su mochila y se lo dio a Peter, el limpió su cara que estaba de color púrpura por esa cosa viscosa, se colocó sus lentes ya limpios y  levantar la mirada, la rubia ya sr había ido.

-Gracias -murmuró Peter.
-¡Parker! ¡A detención!  -gritó un profesor que lo vio fuera de su salón, Peter rodó los ojos y fue al baño donde término de limpiarse y cambiarse su suéter sucio y, ahora, de color púrpura.

-Y tu día como estuvo -preguntó Anne mientras conducía a casa

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-Y tu día como estuvo -preguntó Anne mientras conducía a casa.
-Bien
-¿Nada interesante?
-Pues... Hoy ayude a un niño.
-¿Ayudar? ¿Cómo que ayudaste? -Anne miró con media sonrisa a su hija.
-Si, el estaba lleno de una baba rosa y nadie lo ayudaba -Harper se sonrojó un poco, había hecho un bien y se sentía satisfecha.
-Bien hecho, demostraste ser una buena amiga.
-Pero no somos amigos.
-No importa, el ayudar a alguien de la escuela sin conocerlo o tratar con el, no demuestra que sean amigos de verdad, al contrario, demuestra que te mostraste amable y fuiste buena amiga.
-Si
-Hoy tengo la tarde libre, ¿que te gustaría hacer?
-¿Hacer?
-Si, tu y yo, juntas.
-Pues...
-Tu dime lo que quieras. Podemos ir a comprar lo que quieras, ropa, dulces, películas. Lo que quieras.
-¿Libros?
-¿Libros? -Harper asintió- pues vamos por ellos.

Ay mi niña Harper hizo un bien al bebé Peter

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Ay mi niña Harper hizo un bien al bebé Peter.
Esto da pie a algo grande!!!

VIXEN; SPIDERMAN VOL.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora