Advertencias: Cambie el contezto y el tiempo en el que el planeta Vegita fue destruido
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Segunda parte del OS de Vegeta
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La cápsula impactó tan fuerte que la saiyajin despertó por el golpe. Aturdida y a la vez confundida miró el interior de su capsula. Una vaga imagen invadió su mente, en la cual muchos saiyajines trataban de escapar desesperados de su cruel destino.
-Solo fue un mal sueño-murmuró para sí misma cerrando sus ojos. Su corazon latia a mil por hora.
Muy en el fondo sabia que no fue un sueño, sino que una cruda realidad, pero a veces es mejor creer en una mentira.
Miró por la ventanilla de la capsula, el panorama era pacifico, unos cuantos arboles adornaban el paisaje y el color verde abundaba en aquel lugar acompañado de un cielo azul.
-Maldita sea...-musitó y presionando un botón, la compuerta se abrió.
La luz cegadora del lugar la obligó a entrecerrar sus ojos hasta que se adaptó a la resplandeciente luz solar. Se tomó unos segundos para estirarse, sintió su espalda estirarse y a la vez sus huesos tronar.
De verdad que estaba confundida, esas imágenes, donde los saiyajines corrían por sus vidas, se repetían una y otra vez.
Concluyó por un momento que al estar ahí, en ese desconocido lugar, tal vez la abrían mandando a una misión, lo curioso es que no recordaba nada de eso.
Decidió explorar un poco el lugar, no había habitantes cerca de ahí, ni ruido, solamente el rio que fluía a su paso.
Si fuese una misión debería estar concentrada, sin embargo, su cabeza daba vueltas y divagaba en aquel extraño "sueño" donde su planeta natal era destruido.
Tras unos pocos minutos decidió prender su rastreador para comunicarse con alguna torre de control de su planeta pero el aparato no pudo establecer comunicación.
-¡Respondan maldita sea!- gruñó con un intenso vértigo en su estómago, por más que gritara, del otro lado de la línea solo se escuchaba interferencia. Un mal presentimiento la invadió. Sacó de su pido aquel aparato y lo golpeó múltiples veces para intentarlo una vez más, pero fue inútil. Comprobó que el ki de su planeta se redujo a cero
Sus piernas le flaquearon y su respiración repentinamente falló. Decidió regresar a su capsula, con poca esperanza, para buscar en el radar a su planta natal.
-Por favor que todo esté bien...-murmuraba histérica, pero cuando prendió el radar no había ningún rastro del planeta Vegita.- No, no, no...-negó varias veces aferrada a la idea de que los aparatos estuviesen equivocados. Miró a todos lados en busca de una radio o comunicador que la ponga en contacto directo con su gente- ¿Me copian? Estoy...no sé dónde estoy.-su voz comenzaba a aguadarse al no escuchar respuesta- ¡Respondan, por favor!.... ¡Maldición! ¡No!- desamparada y frustrada apretó entre sus manos la radio, destruyéndola por completo.
