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No había anoche en la que ese monstruoso sueño no la atormentara. Cada madrugada despertaba agitada y sudorosa, asustada. Y las imágenes se repetían una y otra vez. El fin de la raza humana era un tema que la tenía sin cuidado, pero desde hace semanas, ese tema se volvió controversial para ella.
Era comun ese sueño un par de sujetos discutian, apesar de no poder ver sus rostros, las voces eran claras.
Esa noche, al ir a dormir, temió que esos sueños se repitieran. Se recosto en su cama y cerró los ojos, esperando tener un resultado diferente.
Cuando abrió los ojos, advirtió que se encontraba en medio de la nada, literalmente, no habia nada, era un espacio blanco y brillante. Algo no andaba bien, tenia los nervios de punta, y un terrible presentimiento.
Caminó sin rumbo fijo, el eco de sus pasos tesonaba distante. Aparentemente el lugar era grande, aunque en realidad no se lograba divisar un inicio o un final. Parecia infinito.
Sintió que caminó una eternidad. De pronto, escuchó un par de voces provenientes de dos sujetos, no los vio en nungun lado, mas bien los sintió aproximarse. Busco algo para esconderse, pero no habia nada, era practicamente un desierto. Se quedó quieta y callada; se dedicó a escuchar
En un abrir y cerrar de ojos dos hombres se plantaron frente a ella. Para su suerte, TN paso completamente desapercibida por aquellos dos.
-Los seres humanos necesitan ser destruidos. No son mas que una terrible equivocación del creador supremo-gruñó uno de ellos con ira- Los humanos son una plaga, asi que para convertir el mundo y el universo en un paraiso codiciable yo mismo me encargaré de exterminarlos-exclamó con orgullo- Si los dioses no admiten su error ¡yo mismo me encargaré de corregirlo!
Al escuchar al suejto de piel verdora, solto una ligera y casi audible exclamación. De inmediato tapó su boca cuando observo que el otro hombre, de ropas oscuras, volteaba en su dirección. En ese momento supo que ahora la podian ver, lo confirmó cuando el hombre se acercó a ella con rapidez.
Y despertó, aterrada en su cama y aliviada de saber que se trataba de un producto de su imaginación.
